Viene el nuevo año nuevo 2016 y siempre decimos que año nuevo vida nueva, aunque sigo pensando, desde hace años, que año nuevo, vida vieja, no se producen cambios, excepto el cambio de número, en este caso del 5 por el 6. La vida va a seguir igual, con nuestras avaricias, nuestras codicias, nuestras indiferencias, nuestros egoísmos, nuestras justificaciones, nuestras desesperanzas, pero, también, nos vamos a encontrar gente que, a pesar de todo, va a seguir intentando aportar su grano de arena para que este mundo sea un poco mejor, más humano, más bondadoso, más pacífico, con esperanzas renovadas. Nos deberíamos plantear cambiar, y no me refiero a la ropa o al peinado, sino a nuestro corazón, para que sea un corazón lleno de sensibilidad, conciencia, respeto y cariño.