La pasada semana tuve la oportunidad de asistir a la presentación que hizo Luis Garicano, de Ciudadanos, en el Foro Nueva Murcia, en el Casino.

Tengo que decir que se le nota 'viajado'. Está imbuido de experiencias y conocimientos que ha adquirido fuera de España y esto le hace ver las cosas de manera distinta a las habituales de los demás representantes económicos de otros partidos políticos.

De todas las cosas interesantes que dijo, me quedo, por lo que me corresponde, con las alusiones a la necesidad de contar con Organismos Reguladores para controlar a los servicios públicos que recibimos los ciudadanos.

He dicho que me corresponde porque no me negarán los que me hayan leído asiduamente que han sido más de 20 veces las que he dedicado en esta Tribuna a la necesidad de crear Organismos Reguladores, allá donde se necesiten, como una defensa de la competencia entre empresas y como una defensa del bolsillo de los que pagamos los servicios públicos en España.

Los Organismos Reguladores existen en otros países. No me los he inventado yo, ni tampoco Luis Garicano. Ejercen un contrapeso contra la tendencia de formar lobbys y contra la posible intención de aquellas empresas, que aún habiendo ganado concursos públicos de gestión, se quedan finalmente como monopolio, en aquellas zonas que le han correspondido.

Pueden tener el tamaño que más convenga. Sea el de un municipio, una comarca, provincia, región o una nación. Lo importante es que sea útil para cumplir con los objetivos para los que ha sido propuesto.

Algunos ejemplos, control de las formas de servicio y de los precios de los transportes públicos, la energía, el agua, las comunicaciones, los combustibles.

Un caso paradigmático está siendo la CNMC, la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia. En estos últimos 2 años, está poniendo las cosas en su sitio. El único problema que tiene es que el territorio que abarca es muy grande, toda España, y son muchos los campos a estudiar.

Se necesitan Organismos Reguladores más pequeños, más locales y en algunos casos, más específicos.

Luis Garicano es el único político al que le he oído hablar con entusiasmo de los Organismos Reguladores. Llevo varios años hablando de ello. En Murcia y en España, es la primera vez que oigo a alguien que tenga el mismo objetivo y que lo considere prioritario.

¿Por qué en Murcia, nadie más habla de ésto? Además de transparencia y de lucha contra la corrupción, serviría para bajar los precios de los servicios públicos. No lo entiendo, pero creo que muchos políticos no tienen una visión global de los problemas.