Pasamos del «¡pa-ta-ta!» a los morritos en un abrir y cerrar de ojos. Confieso que he salido en más de una, de dos y de tres fotos poniendo morritos, lo siento, son libres de criticarme. Pero ayer, leyendo una revista dedicada a las mujeres, no pude dejar pasar un artículo que se titulaba «´Fish gape´, la pose que tienes que poner para salir bien en las fotos». Pues bien, después de leerlo, me puse a practicarlo, lo que ocurre es que la risa que nos entró a mí y a mi compañera de mesa nos impidió obtener el resultado deseado. Bien es cierto que viendo las fotos de las actrices y modelos que acompañaban dicho artículo lo del ´fish gape´ no debía de ser tan complicado, pero, ¿les digo la verdad?, más allá de lograr un fino rostro con bonitos pómulos y labios sugerentes, estuvimos más cerca de la cara de una muñeca hinchable. Porque no saben lo complicado que es «aspirar las mejillas, juntar ligeramente los labios al ´estilo pez´ y dejar la boca entreabierta». Para que la foto ya sea la mejor que te han hecho en tu vida, a todo esto debes añadir levantar mucho los párpados. Y digo yo, ¿para qué todo esto si las alfombras rojas que voy a pisar en mi vida serán las que ponen en El Corte Inglés en Navidad? Que no, que no me convence, que me quedo con el «¡pa-ta-ta!» sin la tensión muscular que acarrea poner cara de pez, además, ¿por qué querer salir con cara de pez?