Más de 350.000 refugiados sirios, afganos e irakíes, mujeres, hombres, niños, ancianos, en tierra europea, hacinados en fronteras terrestres y marítimas sin medios ni recursos deambulan por distintos países huyendo de conflictos surgidos en sus países de la mano de Occidente. Cada día se siguen produciendo muertes como la del niño ahogado en una playa turca, que tanto nos ha impactado.

Pero éste no es un fenómeno nuevo. En España ya sabemos del intento de entrar por mar y tierra de miles de refugiados provenientes de países del África Subsahariana, con conflictos bélicos, por no hablar de los emigrantes o refugiados económicos que huyen del hambre y la miseria.

Sabemos los sufrimientos y muertes que se producen en las vallas de Ceuta y Melilla y también en nuestras costas. En este momento a más de 1.500 refugiados sirios, cuyas familias esperan en España, se les impide el paso desde Marruecos, sin respuesta por parte del Gobierno.

Los anuncios de acogida por parte de la UE siguen sin concretarse y surgen propuestas de discriminación por religión o de suprimir la libre circulación de personas en el seno de la UE. Esta Europa que no prohíbe la salida de capitales hacia los paraísos fiscales, ni la entrada de otros generados con los tráficos de drogas, armas y personas sí impide el acceso libre de personas amparadas por la Convención de Ginebra sobre refugiados, y sopesa ahora suprimir el tratado Schenghen. Las imágenes de la brutal represión militar/policial en la frontera de Hungría así como la exhibición lamentable de concertinas españolas recuerdan penosamente a otras similares de la II Guerra Mundial. La embajadora de Hungría en España tiene previsto visitar Ceuta para tomar notas€

Ante este verdadero drama humano sólo se toman medidas de contención y de intervención militar en Siria. Francia y Reino Unido se plantean bombardeos en Siria, Australia ya los ha iniciado, eso sí, contra el Estado Islámico, pero no dicen que asesinarán a miles de personas que no han podido huir todavía de la guerra y no se convertirán en nuevos refugiados.

No se les ha ido de las manos. Esta tragedia y la de los refugiados de Irak, Libia, Malí, República Centroafricana, Nigeria€ responde a los intereses imperialistas de EE UU y de otros países de la UE para apropiarse de los recursos energéticos y económicos de los mismos y conseguir el dominio geoestratégico de zonas donde se concentran el 60% de los recursos mundiales. Irak, Libia y Siria tienen unas de las reservas mundiales de petróleo y gas más importantes; Malí, oro y uranio; República Centroafricana, uranio, petróleo y diamantes€

Además, las guerras son muy lucrativas para el negocio de la fabricación y venta de armas y el de la reconstrucción de infraestructuras y viviendas destruidas previamente. Todo ello es coherente con la teoría del caos constructivo propugnada y aplicada por EE UU consistente en alimentar los conflictos religiosos y sociales para destruir los Estados y Ejércitos y controlar a los Gobiernos salidos de la guerra.

Tal es el caso de Irak y Libia, donde los antiguos Estados laicos han sido sustituidos por estados teocráticos y su petróleo está en manos de Exxon Mobil, Chevron Texaco (relacionada con los Bush), Shell (angloholandesa), Total (francesa) y British Petroleum (británica).

No debiéramos sorprendernos de lo que está pasando y estamos viendo en esta crisis de los refugiados, simplemente se está poniendo de manifiesto el modelo de Europa creado a partir de los diferentes tratados: una Europa neoliberal, conservadora, xenófoba, tolerante con los paraísos fiscales y radical frente a las deudas ilegítimas de los Estados, solidaria con los poderosos y abusadora de los débiles, que se permite incluso criminalizar a quienes huyen del horror para justificar su inacción... En definitiva, una Europa oficial opuesta a los sentimientos de sus pueblos y sus gentes como se viene demostrando en diferentes países y pueblos.

Frente a estas posiciones de los dirigentes políticos de la UE se está gestando una respuesta de la ciudadanía, oenegés como Médicos sin Fronteras y otras, los Ayuntamientos de Barcelona, Madrid, Cádiz, París€ declarándose como ´ciudades refugio´, las manifestaciones del pasado sábado de miles de personas en toda Europa pidiendo a la población la acogida a refugiados, exigiendo a los Gobiernos la responsabilidad en los recursos destinados a ello, y el cese de las guerras imperialistas como causa directa de los millones de personas refugiadas.

No cabe sino exigir a los Gobiernos, a los Parlamentos y a las autoridades europeas que respondan a esta crisis con criterios humanitarios, con estricta aplicación de los Derechos Humanos, especialmente los de libre circulación y asilo, y que tras su reunión del próximo miércoles, día 23, pongan de inmediato en marcha las medidas necesarias para el asilo urgente de los regugiados.

Pero tampoco podemos dejar de lado la urgente necesidad de cambiar esa Europa oficial que denunciamos de los bancos y las multinacionales, para convertirla en la Europa de los pueblos y la ciudadanía, esa otra Europa, la de la defensa de los Derechos Humanos y la de la solidaridad. Esa Europa que soñamos es la esperanza de una solución digna a los refugiados.