Sinceramente, nunca pensé que me iba a dedicar a ningún tipo de trabajo relacionado con la política. El deporte, más concretamente, el baloncesto, mi relación laboral con el mismo y, seguramente, mi formación personal, me ha puesto donde los murcianos que votaron al PP quieren que esté. Pese al breve tiempo transcurrido desde mi designación como concejal de Deportes y Salud del Ayuntamiento de Murcia, me voy dando cuenta de lo complicado y difícil que debe resultar para algunos dedicarse a la política. Me refiero a aquellos que eligen la demagogia como medio fértil donde moverse, que no tienen reparo en retorcer y modificar la realidad cuanto sea necesario hasta que se ajuste a sus argumentos. Tras algo más de mes y medio de intensa actividad en mi nueva responsabilidad, leo con sorpresa en La Opinión un artículo firmado por José Ignacio Tornel, portavoz de Cambiemos Murcia en nuestro Ayuntamiento, que lleva por título ´Recuperar La Condomina´.

Todos conocemos aquella célebre cita que indica que no hay peor mentira que las medias verdades y yo no quiero empezar pensando que ando entre mentirosos. Me resistiré a creerlo mientras sea posible y las conductas que me rodean me obliguen a rectificar. Alude Tornel a una cesión del estadio de La Condomina a una empresa privada. Por lo visto, no merece su interés que se trate de un club de fútbol -que pertenece a la Ucam- que representa a nuestra ciudad en la difícil categoría de la Segunda B, que invierte muchos recursos económicos en el deporte profesional y de formación y que cuenta con una afición numerosa, joven y entusiasta. Para Tornel, sin embargo, todo ello no importa porque prefiere reducirlo a una decisión política llena de gestos. Desde luego no comparto esa visión en absoluto. Nunca podré entender que alguien prefiera mantener cerrada una instalación deportiva imposibilitando que los murcianos disfruten con los partidos que dispute su equipo, si el ´DNI´ de la empresa no es de su gusto. Le invito a explicárselo a los seguidores del UCAM Murcia CF. Respecto a las decisiones que se adoptan en agosto, puede preguntarse si será porque no todos tomamos ese mes entero de vacaciones. Pero lo cierto es que ni siquiera este asunto ha sido objeto de estudio estas dos últimas semanas ni tengo previsto que lo sea en las dos próximas. Ya habíamos trabajado antes sobre la cesión del viejo campo de La Condomina y solo falta algún detalle para dejarlo plasmado en un documento. Tampoco acierta en su alusión al programa electoral del PP que, le recuerdo, fue el más apoyado por los murcianos el pasado mes de mayo. Puede releerlo cuanto quiera y no encontrará una línea sobre el estadio. Su contenido es mi compromiso y mi contrato con los vecinos de nuestro municipio, ni más, ni menos. Sobre ese convenio marco 2013-2019 para el uso de las instalaciones municipales por la UCAM, no sé qué razón le impide aceptar la posibilidad de que modifiquemos algún aspecto. Para eso mantenemos conversaciones, para acordar y consensuar. Es nuestro estilo de gobierno. Va a disponer de unos años para acostumbrarse. Estoy seguro de que muy pronto esa parte tan importante de la ciudad, de la que por cierto soy vecino, tendrá una superficie para el disfrute de todos, pero, mientras, creo que lo mejor es trabajar para mejorar y no para hacer demagogia fácil con un estadio de fútbol que se usa precisamente para eso, para jugar al fútbol. Una instalación deportiva utilizada para practicar deporte. Qué extraño le resulta a algunos lo normal.