Yo no sé ustedes, pero yo cada vez que veo las actuaciones ´mafiosas´ de los bancos siento unas ganas tremendas de gritar. Principalmente, porque recuerdo que hace menos de tres de años las entidades financieras fueron rescatadas por el Gobierno, aún sabiendo que iba a perder miles de millones de euros, mientras muchos ciudadanos se quedaban sin sus viviendas, para que pasasen precisamente a manos de los bancos. Fue algo que nunca pude comprender. Nos vendieron que era algo necesario y lo aceptamos a regañadientes, pero con la creencia, y la esperanza, de que cuando la situación cambiase, los mandatarios bancarios iban a perder parte de su avaricia para flexibilizar algo sus prácticas usureras. Pero nada de eso. Cuando sus beneficios se triplican en muchos casos, hasta llegar a cifras de miles de millones de euros de ganancias netas, sus ocurrencias pasan por cobrar dos veces por sacar en los cajeros a los que no sean sus clientes o duplicar las comisiones. Así que gritemos contra los mafiosos consentidos.