A mitad de ruta, entre Cala Blanca y los maravillosos recovecos de roca y agua transparente azul turquesa que siguen a playa Galera, entre Cabo Cope y el El Ciscar, hay un precioso ejemplar de azufaifo, de espaldas al mar, bajo un gigantesco marco de montañas oscuras y cielos abiertos que es una de las siete maravillas de la Región de Murcia, sin duda alguna. Por no decir de España. Por no decir del mundo.

No por el azufaifo, que es nuestro arbusto autóctono preferido. Será por sus ramicas en perfecto zigzag, formando una barrera impenetrable, o por du folgor en verano y primavera, o porque es resistente a estas tierras donde vive el sol, y a la vez, capaz de crecer enorme junto a una de las zonas más bonitas de todo el Mediterráneo, o por su nombre coqueto que da buen rollo, no sólo por el azufaifo, digo, por todo. Porque el Parque Regional de Cabo Cope y Puntas de Calnegre es un pedazo de paraíso imperdible, y a menos de una hora de la Plaza de las Flores.

Ningún murciano debería pasar sin hacer la ruta que va desde Cabo Cope hasta el viejo Cuartel de El Ciscar, entre Águilas y Lorca. Sin darse un baño en alguna de las calas que podrían ir a jugar de tú a tú a Menorca y llevarse de calle el mano a mano. Tuvimos la suerte de hacerlo hace unos días, en septiembre y allí se quedó nuestro corazoncico murciano para siempre, en un baño solitario a mediodía en Cala Blanca donde bien se podría haber dado la paradoja de que el tiempo hubiera retrocedido trescientos años aquella media horica y no nos hubiéramos dado cuenta, dejándonos mecer por un mar de otro mundo, de un color tan vivo que no puede verse en ningún otro lugar.

Sin prisa... mi consejo es llegar por la RM-D20, la carretera que recorre la Pinilla con vertiginosas curvas y maravillosos precipicios hacia Ramonete y Garrobillo, y pararse en lo alto de la sierra a contemplar un espectáculo de silencio único, con toda la Marina de Cope y Calnegre a tus pies en una inmensidad sublime. Ya puestos, les recomiendo que pongan la guinda a una escapadica necesaria en el Hotel Al Sur, en Calabardina, a los pies de Cabo Cope. Un lugar de esos en los que parece que estás dentro de una revista, tranquilo, donde al minuto estás como en casa, con un aire a riad moruno en pleno corazón de un paraíso natural al alcance de cualquiera. Andando, corriendo, en bici... si están pensando en una escapada, busquen el azufaifo perdido, entre Cala Blanca y Playa Galera. De nada.

Vale.