Dijo Carmen Robles en La Vanguardia: "Los hombres no se atreven a pedir según qué cosas a sus parejas". Hace años ya me había llamado la atención esta frase cuando la escuché a otra escritora mediática y patética, y proliferó como el gran hallazgo. El domingo, mientras planchaba, escuché en RNE: "Ya somos mayorcitos para según qué cosas"; la dijo esa locutora que a los oyentes llama escuchantes. Ese "según qué", añadido al verbo o en su lugar, descabala la sintaxis, a mi entender; es preferible sustituir "según qué" por "determinadas", o "algunas": "Ya somos mayorcitos para algunas cosas". Así de sencillo, sin esnobismos ni solecismos y sin ponerse estupendos. Y dejaré para otro día la incorrecta utilización de "pareja", cuando pretendemos referirnos a la persona que amamos.