Día del Bando. La ciudad de Murcia se transforma en huerta. Ríos caudalosos de huertanos recorren calles y plazas con aires de fiesta. Refajos azules y rojos, verdes y fresas, de todos los colores de la primavera, bordados con lana o lentejuelas. Corpiños, cucos y enaguas, medias y esparteñas, peinado con marcadas ondas y moño de picaporte, lazada a juego, flores y peina. Pico y delantal. Camisas y zaragüelles, chalecos y monteras. Postizas y guitarras que acompañan a las voces que entonan desde el Himno a La Virgen de La Fuensanta («Las gentes sale a honralla, toas las campanas repican, churubitos y huertanos hincan ante Ella las ruillas». J. A. Jara), hasta la Jota murciana. «En cuanto acudieron las muchachas más garridas, comenzaron a sonar las guitarras y el posticeo suelto». (A. Blanco). Murcia, ¡qué hermosa eres, tu huerta no tiene igual! Día del Bando: Murcia es «Huerta donde el agua se columpia en las norias, canta en las acequias y, emborrachando la

tierra bajo la azada, se vuelve explosión de vida verde con el calor del sol».

Barracas en la ciudad, olorcica buena a morcillas, salchichas y longanizas con todos los frutos de la huerta. Habicas tiernas, Limones del limonero y de sus hojas, paparajotes para chuparse los dedos. Tomates y pimientos. Lechugas de perdiz, pataticas asadas y ajicos tiernos. Arroces de verdura, pollo y conejo, y vinos de la tierra para alegrar el cuerpo. Día del bando, Procesión de La Fuensanta, rociada a manos llenas con todos los pétalos de la huerta: ¡Guapa! ¡Guapa! ¡Guapa!... Por la tarde, desfile esplendoroso del sentir y vivir huertano. Oficios de ayer y de hoy, usos y costumbres, folclore Encaje de bolillos. Gusanos de seda: «El busano de la sea se esmangarilla enseguía, si no se le da to el cudio que el alimal necesita». J.M. Tornel) . Flores, jarras y lebrillas para adornar la carroza de la Reina de la Huerta. Lavanderas. El afilaor, el regaor con su tablacho. El lechero y el jarrero… y gente, gente desparramada por cualquier lugar. «To lo que riega el Segura con sus cequias y brazales, no vale tanto dinero como tú, nenica, vales». Canción popular. Hay un bando en desbandada que quizá pasará: «De las mermuraciones, ¡ay! Yo me río… que, también, cuando pasa, mermura el río». «Deja que rule la bola, que alguna vez parará: que detrás de la tormenta viene la serenidá». Canciones populares.