El muro que separará las vías del tren por las que pasará la Alta Velocidad quedará a 80 centímetros de algunas de las viviendas que hay en la Senda de Los Garres. Los técnicos de Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) mantuvieron ayer una reunión con una decena de afectados por las obras, a quienes les trasladaron que los trabajos para la construcción del muro de hasta cinco metros de altura «comenzarán de inmediato».

El anuncio dejó descolocados a muchos de los afectados, quienes consideraron una «imposición» el proyecto de Adif y criticaron las formas en las que fue convocada la reunión de ayer, avisando a los interesados puerta por puerta o por teléfono sin una comunicación oficial y «citándonos en la calle, sin documentos ni planos de cómo nos afectarán las obras», indicó María Dolores Faura, una de las vecinas de la zona norte de la Orilla de la Vía.

Las marcas de color fluorescente en el suelo ya indican la línea que seguirá el muro, una pantalla de hormigón que quedará a sólo 80 centímetros de la entrada de la vivienda de Juan Fernández, uno de los vecinos de mayor edad que se enfrentó sin dudarlo ayer a los técnicos de Adif, a quienes les indicó que no cederá, ya que «con ese muro jamás podré llegar con el coche a la puerta de mi casa, el único patrimonio que me queda». Este afectado replicó a los técnicos sobre cómo iba a entrar a su domicilio y «me han dicho que si no puedo entrar de frente, que lo haga de lado».

Su hijo, Juan Pablo Fernández, explicó a esta redacción tras la reunión que, según los técnicos, «el muro contará con pantalla sonora y pantalla antivibraciones, pero eso no nos sirve de nada si está a 80 centímetros de la vivienda».

Los afectados consideran que lo lógico sería expropiar las viviendas, ya que con el muro de hormigón y el AVE pasando a unos metros de las casas «no se puede vivir».

Los técnicos comunicaron ayer a los afectados que las obras arrancarán de inmediato porque el muro se hará en terreno de Adif y no necesitan autorización, aunque por otra parte les aseguraron que en los próximos días les visitarán casa por casa para que firmen un documento oficial, lo que hace dudar a los afectados. Así, María del Carmen Zapata, vecina de la vivienda número 105 de la Orilla de la Vía, explicó que «encima nos dicen que el informarnos ha sido una deferencia que tienen con nosotros porque al hacerse la obra en su espacio no tendrían por qué hacerlo».