Varios acróbatas descendiendo del edificio Moneo y una espectacular bola que también llegó desde el aire con Papá Noel tomaron en la tarde de ayer la plaza Belluga con un espectáculo que despertó la admiración y el asombro de centenares de niños y adultos que llenaban el céntrico espacio murciano.

Después de su largo viaje desde Laponia, Santa Claus aterrizó ayer en Murcia para preparar el desfile de mañana por las calles de la ciudad. Tras ser recibido por los niños en su descenso desde el cielo se dirigió a su casa murciana de la calle Basabé, donde aguardará las visitas de los más pequeños mimando los últimos detalles del desfile y la posterior entrega de los regalos a todos los niños murcianos.

Como es habitual, Santa Claus elige la cálida Murcia, lejos del frío de su hogareña Rovaniemi (en la Laponia finlandesa), para preparar la entrega de regalos. Los niños y mayores que deseen visitarlo podrán hacerlo en su residencia de la calle Basabé hasta el día 30 de diciembre de 11 a 21 horas.