El Ayuntamiento de Murcia no tiene previsto sustituir por tuberías nuevas los casi 7,5 kilómetros de la red de abastecimiento del centro de la ciudad que están funcionando desde hace unos setenta años, y que, este fin de semana reventó en la calle Sagasta.

El concejal de Fomento de Murcia, Roque Ortiz, defendió ayer, en una comparecencia ante los medios, que pueden aguantar «otros setenta más», y que tanto esta avería como la producida días antes en la calle San Antonio, en el barrio de Santa Eulalia, han sido «aleatorias y fortuitas».

El edil, que estuvo acompañado por el gerente de Aguas de Murcia, José Albaladejo, el director de Operaciones, Simón Nevado y el jefe de Proyectos, Sergio Pascual, explicó que al año suelen producirse en el municipio 1.700 averías, de las cuales casi la mitad son detectadas previamente. Y anunció que en los próximos días se decidirá qué sistema se va a utilizar para evitar nuevas averías.

La dos últimas roturas se han producido en tuberías de fundición gris que, con diferentes diámetros, forman esos 7,5 km. de la red de distribución del agua de abastecimiento del centro de Murcia. En concreto, las averiadas tienen entre 30 y 50 centímetros de diámetros y ocupan 1,6 km. de esta red. El término municipal de Murcia cuenta con un total de 2.300 kilómetros de red.

Tanto el concejal como el gerente de Emuasa explicaron que la avería de hace unos días en la calle San Antonio se produjo tras la rotura de los tornillos en la conexión de dos tuberías y aseguraron que se está investigando por si hubiera un defecto de fabricación en los tornillos: «Es muy raro que estos tornillos se seccionen», apuntó Albaladejo.

En la calle Sagasta, por otra parte, se produjo una «explosión» de la tubería, por lo que, según Ortiz, las roturas «no tienen nada que ver» y nunca se han repetido averías del mismo tipo.

Ninguna era predecible, dijeron, y tampoco han tenido nada que ver las lluvias de los últimos días.

El concejal destacó que en los últimos 10 años se han producido un total de 29 roturas, contabilizando la última este pasado sábado en la calle Sagasta de Murcia. Los años con más roturas han sido 2009, con seis roturas; 2013, con cinco; y 2016, que ha registrado hasta la fecha seis. El resto de años, hubo de cero a tres roturas por año.

Dos soluciones

Técnicos y Ayuntamiento barajan dos soluciones para evitar averías similares, y que, en ningún caso, contempla la sustitución de los tubos: Introducir un revestimiento interior, a modo de manga; o aplicar una pintura de 'poxi' o resina, hasta conseguir un grosor de tres o cuatro milímetros, con lo que se impermeabilizaría el tubo.

El gerente de Emuasa subrayó que en ninguna de estas opciones habría que abrir zanjas ni se cortaría el agua a los vecinos. Pese a reconocer que hay una diferencia importante en el coste de ambas soluciones, dejaron claro que ésto no va a ser determinante para elegir una u otra opción: «Se elegirá la solución más eficaz y rápida». La decisión se tomará en las próximas semanas y se comenzarán los trabajos en febrero, según José Albaladejo.

«No podemos prometer que esto no vuelva a ocurrir, pero haremos todo lo necesario para evitar posibles roturas», concluyó el concejal Ortiz.

Por su parte, el concejal Luis Bermejo, del grupo municipal Ahora Murcia, calificó de «propia de un país en vías de desarrollo», la cifra de rotura de tuberías que se producen al año en el municipio.

Bermejo, que se reunió ayer con el gerente de Emuasa, rechazó que en el plan de inversiones aprobado para 2017, la mayoría están focalizadas en pedanías y en el campo de Murcia, «mientras que no hay ningún plan previsto para abordar la revisión en profundidad del centro de Murcia».

El edil incidió en que esto ocurra mientras la parte privada de Emuasa, la empresa Hidrogea, tiene al año 2 millones de euros de beneficio.