Entre los recuerdos de mi niñez se encuentra cuando mi madre me mandaba a la casa del tío David y de la tía Fuensanta (que así eran conocidos en El Ranero) a comprar la leche. El lugar se encontraba muy cerca de mi casa, pero me impresionaba muchísimo hacer ese recado. El motivo era porque a la entrada de la casa había un enorme altar con la fotografía de un joven y todo rodeado de velas y mariposas, con un silencio sepulcral.

Al preguntar quién era ese joven de la fotografía, la gente comentaba que era el único hijo que habían tenido el tío David y Fuensanta, y que había fallecido en un accidente en una carrera de bicicletas en Cartagena, donde se estrelló contra un carro, quedando el infeliz ensartado por el pecho en una de las varas del vehículo. De este suceso no se hablaba mucho en el barrio.

Con el paso del tiempo, intenté conocer algo más sobre este asunto, y me encontré con la sorpresa de que había un corredor murciano que había fallecido en esas terribles circunstancias en Cartagena. Se trataba de Antonio Sánchez Belando, pero este era de Santiago y Zaraíche. Hablé con un familiar del tío David y me confirmó que el joven del altar era Antonio Sánchez Belando, pero con la salvedad, que éste, no era hijo del tío David, sino sobrino de la tía Fuensanta, pero al que querían como si de un hijo se tratase.

Antonio Sánchez Belando fue la figura más destacada del ciclismo murciano de finales de los años 40 y principios de los 50. Era el único esprínter que le plantaba cara a Miguel Poblet. En 1949, Antonio, quedaba tercero en la Vuelta a la Comunidad Valenciana. En la Vuelta Ciclista a España del año de 1950, Antonio Sánchez Belando, que participaba por primera vez, resultaba vencedor en la etapa 14, disputada sobre el recorrido Castellón - Valencia. La prueba fue contra reloj. Al día siguiente, la etapa finalizaba en Murcia. Terminada la misma, y cuando los ciclistas comenzaban a dirigirse a los hoteles, un grupo numeroso de aficionados cogió en hombros al murciano Sánchez Belando y entre vítores y ovaciones lo llevaron así hasta el hotel. La Vuelta terminaba en Madrid, quedando Belando en el puesto 21. Nos falta espacio para comentar todas las pruebas en las que participó Antonio.

En 1954, Antonio Sánchez Belando tenía 28 años y se proponía contraer matrimonio. En el aspecto deportivo iba a tomar parte en la primera Vuelta Ciclista a la provincia, de la que se perfilaba gran favorito. Últimamente había aceptado también la invitación para correr la gran prueba nacional del 'Critérium de Ases' de Madrid, de la que poseía el récord nacional al haberla ganado el año anterior en ruda lucha con las primeras figuras del ciclismo español. Vencedor de la Vuelta a Andalucía y del Circuito de Málaga del año anterior, Sánchez Belando estuvo preseleccionado para participar en la Vuelta Ciclista a Francia, en la que no llegó a correr a consecuencia de un grave accidente, en el que sufrió la fractura del fémur izquierdo, lesión de la que se había restablecido totalmente.

Con motivo de las fiestas de Semana Santa, el día 11 de abril de 1954, Antonio Sánchez Belando participaba en el 'VI Circuito Ciclista de Cartagena', al tomar una curva el corredor murciano tuvo la desgracia de chocar con un carro que se encontraba parado en la citada curva hacia la bajada de la Cuesta del Batel. El encontronazo fue terrible, clavándose el desgraciado corredor una de las varas del vehículo a la altura del pecho, hiriéndose gravísimamente, fallecía a las once y media de la noche a consecuencia de las heridas sufridas. El cadáver del infortunado corredor era trasladado en una ambulancia de la Cruz Roja a su domicilio de Pueblo Nuevo (Santiago y Zaraíche). El entierro se efectuaba al día siguiente a las tres y media de la tarde, con asistencia de millares de personas, amigos y admiradores del gran corredor, que de este modo quisieron rendirle su último homenaje. En el mes de octubre el Club Velocipédico Murciano abría una suscripción popular para allegar fondos a fin de erigir un panteón-monumento al que fue famoso campeón ciclista local.