La fina línea que separa la precaución de la psicosis parece que se está sobrepasando con creces en los últimos días en los centros escolares de Murcia. Cunde el pánico ante la presencia de personas extrañas en las inmediaciones de los colegios. Personas que, simplemente, no son habituales de la zona, no son conocidas por los padres de alumnos o levantan sospechas especialmente por su origen extranjero o su clase social.

Es lo que pasaba esta misma semana en el colegio Monteagudo-Nelva,Monteagudo-Nelva centro ubicado en la capital murciana. Un padre vio que unos niños hablaban con unos chicos que iban en bicicleta (de quienes sentenció que eran «rumanos») y detectó que cerca había un coche, por lo que dio la voz de alarma.

Pronto, numerosos padres de alumnos interpretaron que estos «rumanos» tenían intención de secuestrar a los niños, y algunos incluso intentaron poner una denuncia por esto en Comisaría. La Policía no llegó a admitir denuncia alguna: lo que explicaban estos asustados padres que había sucedido es que los escolares habían mantenido una conversación con unos extraños, pero nada más. Ni hubo forcejeo ni intentos de introducir a los niños en el coche. Y la psicosis ya estaba en marcha.

La dirección del colegio llegó a emitir un comunicado, en el que tachaba lo sucedido de «grave» y anunciaba «nuevas medidas de control a la salida». También instaba a los padres a que no recogiesen a sus hijos fuera del colegio: que lo hiciesen dentro del recinto, pues ahí había cámaras de vigilancia, además de vigilantes y profesores.

El mismo martes tenía lugar un episodio, en la misma línea, en el colegio Nuestra Señora del Carmen, también en la capital murciana. Fuentes cercanas explicaron que uno de los alumnos indicó que, durante la hora del recreo, un hombre al que no conocía se había dirigido a él a través de la verja y le había instado a que, a la salida, se fuese con él.

Las mismas fuentes explicaron que un agente de la Policía Local se desplazó al centro y habló con los responsables del mismo de lo sucedido. El niño dijo que el hombre que le había hablado llevaba una chaqueta amarilla. Un portavoz del Cuerpo policial confirmó, no obstante, que no hay denuncia al respecto por este episodio.

Volviendo al presunto caso de intento de secuestro en el Monteagudo, el comunicado redactado por la dirección del centro fue saltando de móvil en móvil gracias a la extendida aplicación de mensajería WhatsApp. A las pocas horas, recibían ya el mensaje padres cuyos hijos no van al Nelva.

La cuenta oficial de la Guardia Civil en Twitter colgaba ayer un tweet en el que aseguraba que «son falsos los intentos de secuestro de menores junto a colegios». «Confirma antes de viralizar terror», añadía la Benemérita.

«Nos vamos a tener que poner los padres por turnos en la puerta de los colegios de guardaespaldas de nuestros hijos y de todos los niños», escribía una madre en Facebook». «Si tienen que poner un par de policías en los colegios por un tiempo que los pongan», añadía al respecto.

El primero de los casos con este tipo de denuncias se dio en el colegio San Pablo de Murcia, donde un padre denunció que desconocidos intentaron llevarse a sus hijos a la salida del colegio.