Nace en Murcia en 1859, falleciendo el 25 de octubre de 1902 en San Nicolás. De joven estudió en el Instituto de Murcia de 1869 a 1874, cursando Bachillerato de Arte. Terminado el bachiller, realiza estudios en Madrid. Aquí colabora en el diario El Imparcial, al menos en 1879. Pero acaba volviendo, ya formado, a su tierra y lo hace en 1880 colaborando en el periódico La Paz.Al año siguiente está dirigiendo La Trompeta , periódico de humor y sátira que sólo duró unos meses.

Al cerrar este periódico dominguero pasó a La Democracia, de carácter bisemanal, representaba los intereses del Partido Demócrata Progresista, que cerró sus puertas en marzo de 1882.A lo largo de unos meses de 1884 salía a la luz El Profeta, un periódico anticatólico en el que trabajaba José Hernández Ardieta, sacerdote. Lo dirigió Gabriel Baleriola y se editaba semanalmente. Cerraba en marzo de 1885. En ese momento Baleriola comenzaba a dirigir un nuevo periódico, Las Provincias de Levante, que perduraría hasta su fallecimiento en 1902. Se titulaba 'el diario de la noche' y tenía su sede en la plaza de los Apóstoles. Incluía ilustraciones, moda, chistes, tribunales, poesía, noticias y hasta folletines por capítulos. A fines del siglo XIX se trasladó a lo que acabaría siendo la sede de El Liberal, en la sede de la antigua Inquisición. En esos momentos destacaban, entre sus colaboradores, Díaz Cassou, Andrés Baquero y Javier Fuentes y Ponte. Al tiempo, entre 1886 e inicios de 1887 dirige también La Revista Murciana, un semanario de carácter científico y cultural, apoyado por Hernández Amores.

Desde este medio propuso, en octubre de 1886, la creación de la Asociación de la Prensa Provincial Independiente, sumándose a la idea la prensa de Orihuela. A lo largo de su corta, pero intensa vida, apoyó a la seda y a la pureza del pimentón, con numerosos trabajos y artículos de prensa. Casó con Concepción Ramírez Pellicer, teniendo seis hijos, (cuatro dedicados con el tiempo a la seda): Eugenio, Gabriel, Gaspar, Luis, Emilio y Concepción. Baleriola no sólo editó periódicos, escribió además diversos libros: Cartilla para la propagación de la morera y cría del gusano de seda (1897), Estudio sobre la sericicultura. Murcia, (1894), La crisis vinícola, Las tarifas de ferrocarriles y la exportación agrícola en esta provincia (1895), Cartilla para la plantación del gusano de seda y Las quintas en Murcia (1899). Por si faltaba algo, escribe dos novelas, Humildad en 1900 y Fortaleza, en 1901. También compatibilizó su trabajo como periodista con algún negocio. De hecho abrió la Casa Baleriola, dedicada a la venta de moreras, negocio que aún regentaba su viuda en 1928. Falleció con sólo 43 años, asistiendo a su entierro los directores de los demás diarios, así como numerosos personajes de la sociedad murciana: Isidoro de la Cierva, José Servet Brugarolas, Mateo Seiquer, conde del valle de San Juan, Ricardo Codorníu?