La Policía Nacional ha desarticulado por completo en todos sus escalones una de las mayores organizaciones de tráfico de heroína que operaba en España. La operación, que comenzó en agosto del pasado año, se saldó con la detención de nueve personas, seis de ellas búlgaras y tres españolas, entre ellas los presuntos compradores del alijo de heroína, y la aprehensión de 18,3 kilos de heroína. Uno de los detenidos se encontraba en la estación de autobuses de San Andrés con 22 paquetes de heroína.

Los detalles de la operación se conocieron ayer en la rueda de prensa que dieron el delegado del Gobierno, Antonio Sánchez Solís; el jefe superior de Policía en Murcia, Cirilo Durán; el jefe de la Brigada Central de Estupefacientes, Ricardo Toro; y el de la Brigada Provincial de Policía Judicial, Antonio Ortega.

Todos ellos destacaron la relevancia de dicha operación, que ha permitido desmantelar esta organización criminal búlgara que se encontraba asentada en España. En concreto, desde Murcia los 'narcos' planeaban distribuirla a varias ciudades españolas, para lo que se efectuaron registros y detenciones en la Región, la mayoría de ellas, y un noveno detenido en Sevilla.

Los agentes detectaron el pasado verano la presencia en España de miembros de una organización búlgara dedicada al tráfico de estupefacientes a gran escala. La base de operaciones de esta organización se encontraría en la Región de Murcia, donde se organizaban las importaciones de estupefaciente desde Bulgaria y Holanda para su posterior distribución a nivel nacional.

La organización estaba dirigida por dos individuos búlgaros, uno de ellos asentado en Bulgaria y otro en Murcia. El primero se encargaba de conseguir los contactos necesarios con los proveedores de la heroína en sus países de origen, mientras que el segundo se especializaba en la búsqueda de compradores de la droga en España para su posterior venta en escalones inferiores de distribución.

400.000 dosis en el mercado

Los 18,3 kilos de heroína aprehendidos hubieran supuesto unas 400.000 dosis aproximadamente en el mercado del menudeo. Una cantidad grande, que hizo que los investigadores detectaran contactos entre la rama de la organización afincada en Murcia y diversos sujetos establecidos en Holanda, Bulgaria y Serbia. Estos contactos sugerían la posibilidad de una introducción de heroína en España. La droga tenía una pureza aproximada del 60 por ciento, «pudiéndose multiplicar por cuatro la cantidad intervenida y luego en el mercado negro se sigue adulterando y la cantidad llega a multiplicarse exponencialmente, de forma que sería una gran cantidad la que habría llegado al mercado, así como el beneficio que hubieran obtenido», advirtió el jefe de la Brigada Central de Estupefacientes.

Este primer intento llegó a materializarse, pero se frustró al ser inspeccionado por los servicios aduaneros franceses un vehículo conducido por un miembro de la organización, que portaba una importante cantidad de dinero en efectivo destinada a financiar esa partida de droga, dinero que resultó intervenido.