La protagonista de la fiesta sardinera, «la joya de la corona del Entierro», como aseguró ayer el presidente de la Agrupación Sardinera, Gregorio González, ya tiene nueva imagen. Ayer se presentó el catafalco de la Sardina de este año, una escultura que sorprendió por su diseño innovador. Por primera vez en su historia, la sardina aparece boca abajo, con la originalidad de que son unos hachoneros los que la están levantando por la cola, ayudados de una polea, sobre la que se asienta un duende verde.

El catafalco, patrocinado por la entidad bancaria SabadellCAM, ha sido obra, un año más, de José María Bermejo, de la empresa murciana Zigurat. Bermejo explicó que le ha querido dar «un espíritu infantil», pues los rostros de los hachoneros son de niños, que «están jugando con la sardina y con los distintos juguetes que se suelen repartir en el desfile del Entierro». La escultura de madera y polietileno tiene una altura de trece metros.

Durante la presentación, González agradeció la colaboración de la gran familia sardinera, así como del concejal de Cultura, Rafael Gómez, y del director territorial de SabadellCAM, José Manuel Candela, ya que contribuyen a que el Entierro «brille con el esplendor que realmente se merece la fiesta».

Por su parte, Candela destacó los 30 años que la entidad bancaria está colaborando con la Agrupación, algo con lo que «nos sentimos cómodos pues compartimos los valores de arraigo popular y confianza».

Una bacanal desde Bullas

Por otro lado, González recordó que este año la sardina llegará desde Bullas «en una especie de columna romana, recreando las bacanales que se organizaban con motivo de la cosecha del vino». La llegada tendrá lugar el 24 de abril, a las siete de la tarde.