María José López y Andrés Alacid son dos de los muchos padres que, según la Ley de Dependencia, deberían percibir una paga por el cuidado de su hija y que aún no han obtenido la cantidad que les corresponde. Su historia es difícil. Delia, la hija de ambos, está en estado vegetativo y necesita cuidados continuos para vivir. Después de 2 años luchando con la burocracia siguen sin cobrar y sin recibir respuesta alguna, a pesar de que necesitan con urgencia el dinero para pagar un coche adaptado que pueda trasladarla al hospital.

La historia de esta niña comienza en diciembre de 2011 cuando llegó al hospital Virgen de la Arrixaca para ser tratada por una bronquitis grave.

A pesar de que se preveía que la estancia fuera breve, la pequeña se vió afectada por un virus hospitalario que la llevó a la situación en la que se encuentra. «Mi hija estaba sana en el año 2011 y ahora está en estado vegetativo. El virus le afectó a los pulmones y posteriormente le perforó el esófago», explica el padre.

La vida de Delia se complicó cuando sufrió una parada cardiorespiratoria que le produjo una falta de oxígeno al cerebro, tras lo que los médicos decidieron provocarle un coma inducido en el que estuvo dos meses hasta que la despertaron.

Después de dos años en el hospital, la pequeña fue dada de alta en mayo del año pasado, tras lo que ha estado entrando y saliendo de los hospitales. «Hace poco la operaron porque no podía comer de manera normal, así que decidieron intervenir para ponerle una vía en el estómago por la que se le alimentara. Nos dijeron que mejoraría su calidad de vida, pero no ha sido así», declara su padre.

Esta situación ha aumentado los problemas de la familia. Fernando trabaja como mecánico durante 8 horas al día y a la madre le es imposible realizar alguna actividad fuera de casa, pues su hija Delia requiere ciudados continuos. Además de la pequeña, el matrimonio tiene dos hijos de 6 años y un mes y sólo disponen de los 900 euros del sueldo del padre.

«Con un sólo sueldo de 900 no se puede mantener a una familia de 3 niños y uno de ellos enfermo». Además de para gastos, la familia espera con el dinero poder contratar un abogado que les ayude a luchar contra lo que consideran una negligencia médica. Cuando se presentó esta situación, y tras concederle un 85% de minusvalía a Delia, María y Andrés solicitaron en diciembre de 201o la ayuda de la Ley de

Dependencia que el pasado Gobierno aprobó en el año 2006, y a partir de la cual se concede una retribución a aquellas familias en las que haya un miembro con necesidades especiales. Tras numerosos viajes a la Oficina de la Dependencia, la familia afirma que no han recibido nada de lo prometido y que llevan así desde que la pequeña se encuentra en esta situación. « La última vez que hemos ido nos han dicho que no recibiríamos la ayuda». Esta oficina afirma que «estos retrasos se están dando en toda España, por lo que no es un caso único de la Región», por lo que a los padres de Delia sólo les queda esperar que las ayudas lleguen al lugar que les corresponde.