Recurrir en actitudes de falta de civismo puede salir caro al ciudadano. El ayuntamiento de Murcia ha impuesto más de medio centenar de sanciones a otros tantos particulares y sociedades por la infracción de las ordenanzas que protegen el medio ambiente.

En concreto, la resolución recoge multas que van desde 300 euros, por la emisión de ruidos y vibraciones, hasta 6.000 euros, en este último caso, por infringir la ordenanza de limpieza viaria.

Ser una molestia para los vecinos y que estos recurran a las autoridades para quejarse de lo que están sufriendo también se paga. En este sentido, también figuran en la misma una decena de personas, sancionadas cada una de ellas con 90 euros, "por ocasionar molestias al vecindario evitables con la observación de una conducta cívica normal", según se especifica.

Los afectados pueden recurrir estos expedientes dentro del plazo de un mes, según se indica en el acuerdo municipal de la capital de la Región.