El consejero de Cultura y Turismo, Pedro Alberto Cruz, espera que una vez que el departamento de Hacienda ha ingresado al Obispado 150.000 euros en concepto de subvención, el Museo de la Catedral «se abra ya» y ha apuntado también que, tras encontrar otra partida de 100.000 euros para el año que viene, si no se abre «será responsabilidad del deán». Sin embargo, desde el Cabildo, el propio deán y director del Museo, José Antonio Trigueros, sigue reclamando «otros 50.000 euros» que, según afirma, «siguen pendientes de pago» por parte de la Comunidad.

Cruz indicó que «estamos haciendo un esfuerzo importante dándole la misma subvención al Museo de la Catedral que al Salzillo y al Teatro Romano de Cartagena» y agregó que el espacio que gestiona la Diócesis «está sobredimensionado y tiene que reducir sus gastos, pues no puede recaer en la Administración todo el peso de que esté abierto, porque es injusto y no está bien desde el punto de vista ético». Además, señaló que «vamos a exigir una serie de cláusulas que se tendrán que cumplir para prestar la ayuda económica porque aparecemos como los malos de la película cuando lo que hacemos es sostener una institución que es privada».

Por su parte, Trigueros dijo que para reabrir las puertas del Museo de la Catedral, cerrado desde el 9 de octubre, «necesitamos los 50.000 euros que están todavía sin pagar de 2011» y aseguró que «mientras no se den garantías de que las cosas van a funcionar con normalidad y la situación esté completamente resuelta continuaremos con las puertas cerradas, por mucho que nos pese la decisión adoptada».

Además, dejó claro que «con el dinero que recibimos tenemos que ir recortando para poder funcionar, pues hay unos gastos de personal y mantenimiento a los que hay que hacer frente», apuntó, para añadir que «todas nuestras cuentas están en orden, pues se hacen auditorías para ver en qué se ha gastado el dinero y no es que sobre, sino que falta». Trigueros se mostró molesto con las palabras de Cruz porque «este señor me ha llamado desleal en público sin haber dado yo motivos para ello. Es un insulto cuando yo no he sido desleal con nadie y lo que le diría es que se pusiera él a dirigir el Museo a ver cómo lo hace».