Francisco José Ríos Nicolás y su familia llevan dos meses viviendo un drama absolutamente trágico, muy difícil de imaginar para el resto de personas y del que, por desgracia, ya han sido partícipes en otra ocasión. El día 10 de mayo del presente año, sobre las cinco menos cuarto de la tarde, el conductor de una furgoneta tipo Mercedes Vito arrollaba a su hermano Miguel Ángel, que viajaba en una motocicleta. Sucedió en la autovía A7, dirección Alicante, concretamente en el kilómetro 721,1. El choque acabó con la vida de Miguel Ángel en el acto, y el conductor se dio a la fuga. Una tragedia que volvía a vestir de luto a la familia Ríos Nicolás, que 22 años antes habían perdido, también en accidente de tráfico, a otro de sus componentes: el hermano de Miguel Ángel, Juan, que también viajaba en aquel momento en una motocicleta.

Miguel Ángel Ríos Nicolás tenía 43 años, estaba casado aunque no tenía hijos, y era el gerente del servicio de mensajería MRW en Molina de Segura, Alcantarilla y alguna zona de Murcia. Aquella tarde de mayo, Miguel Ángel se dirigía a casa de sus padres para despedirse, pues había decidido, junto con su mujer, tomarse un periodo sabático e ir a vivir durante una temporada a Gerona, de donde ella era natural.

Cuando se dirigía a casa de sus padres, una furgoneta blanca comercial, de tipo Mercedes Vito, con unas letras azules rotuladas en la misma, lo golpeaba contra la mediana y hacía que perdiese la vida de forma instantánea. El vehículo se dio a la fuga, omitiendo así el deber de socorro, tal y como afirma el único testigo que hay del suceso, un conductor que circulaba por la autovía en aquel momento. Sin embargo, y a pesar de que el testigo pudo identificar a grandes rasgos la furgoneta a la Policía y la Guardia Civil, ha sido imposible hasta el momento encontrar al culpable.

Dos meses de investigación

Ya se han cumplido dos meses desde aquel fatídico día y la familia –encabezada por Francisco José, que ejerce como portavoz– no ha cesado en su lucha por encontrar al culpable, mientras que el trabajo de la Guardia Civil sigue siendo también incesante por esclarecer lo que ocurrió esa tarde. El hermano del fallecido insta a la ciudadanía para intentar recabar más datos sobre qué pasó aquella tarde y, sobre todo, quién fue el culpable de la imprudencia y la posterior omisión de socorro que le costó la vida a "un miembro importantísimo de la familia, muy querido por todos y un pilar fundamental para todos nosotros", como afirma un todavía emocionado Francisco José.

Una persona amable, alegre, cariñosa, sobre todo muy familiar, que perdió la vida por una imprudencia y que deja de nuevo la tristeza en un hogar que ya la conoce bien y que recordará para siempre aquel triste día de mayo.

Ahora solo les queda seguir trabajando en encontrar al culpable codo con codo con la Guardia Civil, que, según palabras de Francisco José, "está haciendo un gran trabajo con los medios que tienen". Además, la familia se acoge a la esperanza de que todo aquel que pudiera haber visto algo que pudiera esclarecer el suceso se ponga en contacto con ellos.

Los familiares y la gente más cercana a Miguel Ángel también quieren concienciar a la gente del peligro, más aún en estas fechas con tantos desplazamientos por carretera, que entraña la conducción imprudente y los despistes y malas prácticas al volante.