El Día del Niño volvió a ser el gran reclamo para que familias enteras y grupos de jóvenes acudieran en masa al recinto ferial de la Fica. Ese euro de menos que costaba subirse en la mayoría de las atracciones -de 2,50 a 1,50- es una invitación a pasearse por los 46.000 metros cuadrados en los que se instalan las 150 atracciones que los feriantes han montado este año y el paseo, claro está, lleva incluida varias paradas para experimentar las sensaciones que causan elevarse a muchos metros de altura, rodar sobre el agua o deslizarse a toda velocidad.

Atracciones las hay para todas las edades y todos los gustos y, aunque cada año se ofrecen novedades, hay otras clásicas que siguen triunfado año tras año y ahí los coches de choque siempre están entre las predilectas.

«Este día viene mucha más gente porque subirse es más barato», comentaba Yanko Naidenov, un joven búlgaro que es uno de los encargados de controlar el uso de los autos.

Del mismo modo se expresaba Herminia Benítez, quien despacha las fichas para el rodillo acuático y que lleva «muchos años» trabajando en el negocio familiar durante la Feria de Septiembre.

«Este año, por lo de la crisis, hay gente que no viene, pero, al ser un día con reducción de precio, muchos aprovechan la ocasión y por eso sí que se ve más movimiento», explicaba.

El gasto medio varía, lógicamente, en función de con cuántas personas se acuda a la feria. Pedro y Gloria fueron con su hijo Nacho y, aunque no lo hicieron con un presupuesto predeterminado, sí daban por hecho que «en seis o siete sitios se montará el niño».

Francisco Antonio y su cuñada, Viqui, llegaron con Gema, Lucía y Adriana. «De cuarenta euros seguro que no va a bajar la cosa y a lo mejor repetimos otro día», señalaba Francisco.

Por su cuenta y con ganas de «emociones fuertes» se presentaron en la Fica, Ángela, María y Alejandro, de 14 años «casi 15», como indicaban al unísono.

«Nos gusta la Feria y además este día cada ficha es más barata», reconocía Ángela, mientras sus compañeras añadían que «es una buena forma de pasar la tarde por 10 o 15 euros, que es lo que más o menos nos gastaremos».

Revolution y Gigant XXL son sus preferencias, «porque es lo más fuerte», aseguraban instantes antes de pagar lo que cuesta su dosis de emociones intensas.

Pero la feria de atracciones, que se inauguró el jueves y se prolongará hasta el jueves, no es solo eso. Es un auténtico hervidero de gente, unos entrando con el pulso acelerado y desafiando el calor y otros saliendo ya mucho más pausados, cansados y hasta con sueño, y con ese peluche que le ha tocado en la tómbola en una mano y un gofre con chocolate o una mazorca de maíz en la otra.

El Día del Niño demostró una vez más que si de divertirse se trata, no hay edad, y en algunos casos ese padre sacrificado lo pasó hasta mejor que su hijo mientras volaba dejando miles de cabezas bajo sus pies o aceleraba el coche de choque mientras esquivaba al resto de conductores.