La fruta le gana la partida al bollo y los menús saludables que ya se vienen sirviendo en las siete escuelas infantiles que gestiona el ayuntamiento de Murcia se extenderán, enriquecidas, a los colegios del municipio.

El día 20 de este mes de julio entra en vigor el decreto 97/2010, en virtud del cual se establecen las características nutricionales de los menús y el fomento de hábitos alimentarios saludables en los centros docentes no universitarios de la Región.

En las siete guarderías que controla el Ayuntamiento en las pedanías de Sangonera la Verde, Algezares, La Alberca, Beniaján, Santiago el Mayor y el Palmar y en el barrio de La Paz y a las que acuden alrededor de niños de hasta tres años de edad se implantaron en el año 2001 los menús saludables, que son la base para una dieta equilibrada. Los mismos incluyen una ensalada, un plato único de cocina tradicional casera y una pieza de fruta, más agua y pan, y en ellos se huye de las frituras, de los platos precocinados y, sobre todo, de la bollería industrial, de la que los niños y jóvenes suelen abusar y que es causa de obesidad en los menores de edad.

El decreto para el fomento de los hábitos saludables en centros escolares que se aplicará a partir de la semana que viene prohibe, además, la venta de golosinas, bollería, aperitivos salados y bebidas hipercalóricas en las máquinas expendedoras situadas en los centros educativos y también en las cantinas y cafeterías de los institutos. Esos alimentos serán sustituidos por bocadillos, piezas de fruta, yogures y bebidas sin azucares añadidos. «Se trata de fomentar los hábitos saludables, algo que no se ha regido hasta ahora por una normativa, pero la situación ha cambiado con la aprobación del decreto 97/2010 y los centros docentes, que hasta ahora han tenido libertad para preparar sus menús, deberán seguir un patrón que nosotros promulgamos desde hace casi diez años», comenta la responsable de Nutrición Sanitaria de los servicios municipales de salud, Begoña Patiño. Según esta especialista, la labor en cuanto a alimentación que se desarrolla por parte de la Administración y en los colegios debe tener su continuidad en casa. «Es básico que los padres den continuidad a esta tarea y para ellos organizamos reuniones y talleres en los que intervienen desde hace ya nueve años», asegura. «De hecho –añade Patiño– la alimentación se debe complementar y si en los comedores de los colegios no toman lácteos, pues se opta por dar fruta como postre, en casa sí tienen que tomar leche o yogur, además de otros alimentos que son esenciales en el crecimientos de los niños y jóvenes, pero sin abusar de los alimentos grasos».

Campamentos de verano

El Ayuntamiento, además de regular lo que se come en las escuelas infantiles que son de su titularidad, controla la alimentación de quienes participan en los campamentos de tiempo libre que organiza tanto en verano como en Semana Santa. En ellos también se preparan menús saludables, que son similares a los que se vienen sirviendo en las guarderías, pero con mayor cantidad de alimentos ricos en hidratos de carbono, como pasta y arroz, dado el mayor esfuerzo físico que realizan los niños y jóvenes a lo largo del día en estos campamentos.