Un empresario murciano, Jesús Mengual Camacho, ha desafiado a la crisis económica sacando al mercado de oficinas los dos 'rascacielos' más altos que se han levantado hasta ahora en Murcia, que tienen 95 metros de altura -cuatro por encima de la torre de la Catedral (91)- y 25 plantas en cada bloque, de las cuales 23 serán íntegramente destinadas a alquiler de despachos para sedes corporativas de empresas.

Las Torres JMC -iniciales de Jesús Mengual Camacho-, conocidas popularmente como las 'Torres Gemelas' de Atalayas, han entrado ya en la cuenta atrás para su inauguración, prevista para antes del verano, tras cerca de siete años de papeleos administrativos, modificaciones en el proyecto y una obra que se ha eternizado en el tiempo por las complicaciones propias de un proyecto de semejante envergadura. Mengual, propietario de Construcciones y Alquileres Industriales, soñaba con legar a la ciudad un centro financiero que fuera como una escultura tallada de hormigón y cristal. El sueño por fin se ha hecho realidad y el resultado ya se puede contemplar.

A falta de perfilar los últimos retoques -en estos momentos están probando los ascensores panorámicos y sustituyendo cristales que se rompieron durante la obra-, los dos edificios están prácticamente terminados aunque, según el arquitecto del proyecto, José María de Isasa, aún quedan varios meses de puesta a punto. "Con la crisis la gente no tiene ninguna prisa por acabar", dice.

La empresa promotora de las torres ya ha comenzado la comercialización de los locales en alquiler. En total, el conjunto arquitectónico se eleva sobre una superficie total de 9.600 metros cuadrados y los edificios cuentan con una planta baja de acceso, que en ambos casos podría albergar una galería comercial -bancos, tiendas, joyerías, etc-, 23 plantas dedicadas enteramente a oficinas y una última planta reservada para las instalaciones de la promotora. Cada una de las plantas en alquiler cuenta con 460 metros cuadrados construidos y dotados, según Mengual, "de todos los servicios necesarios para que trabajar se convierta en un auténtico placer".

El complejo dispondrá también del primer establecimiento Novotel en la Región, con categoría de cuatro estrellas y enfocado al cliente de negocios y familias, así como un helipuerto y un aparcamiento subterráneo de 900 plazas, de las cuales el hotel se reserva 130 plazas y las torres tendrán otras 200. El resto se dedicará a uso horario y a vecinos de la zona.

"Queríamos hacer una cosa llamativa -recalca De Isasa- y esos paños de vidrio tan limpios y enormes no se habían visto hasta ahora en la Región, con esas formas y ese juego de reflejos. La verdad es que parecía que no iba a llegar este momento de ver acabada la obra desde que hace seis o siete años hice el proyecto y ya empezaron los problemas. Primero hubo que agrupar las cuatro parcelas, modificar el plan parcial por las alturas, presentar el proyecto a Urbanismo, los problemas de agua durante la cimentación y la estructura que se ha llevado lo suyo. En fin, toda una odisea...".