El accidente se produjo a las ocho menos cuarto de la mañana. Una hora donde no ha amanecido del todo y las luces de los vehículos siguen siendo necesarias para circular. Una hora, también, en la que la carretera RM-313, vía de Torre Pacheco donde se produjo el accidente, comienza a llenarse de vehículos repletos de jornaleros que van camino de las fincas agrícolas donde trabajan.
Una cabezada, un despiste o un mal adelantamiento. Estas son las tres hipótesis que se barajan como causa del siniestro que ayer costó la vida a dos jornaleros que circulaban en un vehículo, ocupado por otras tres personas más que resultaron heridas leves. Este turismo colisionó frontalmente contra una furgoneta que transportaba a seis jornaleros que iban a trabajar a una finca a menos de un kilómetro del lugar del accidente.
Las fuentes municipales y policiales consultas apuntan a una invasión del carril contrario por parte de un turismo, al que consiguieron esquivar una primera furgoneta y, en parte, una segunda que sí sufrió un golpe del turismo, lo que ocasionó heridas al conductor de ésta. La tercera no pudo esquivar el golpe y, tras la colisión, dio dos vueltas de campana.
Muerto al instante
El conductor del turismo, hombre de nacionalidad marroquí, falleció al instante tras el accidente, y el ocupante que se situaba detrás de él, que tuvo que ser excarcelado por los bomberos personados en el lugar, falleció pocos minutos después pese a las técnicas de reanimación cardiopulmonar que le practicaron los servicios de Emergencias. En total, son ocho los heridos, todos ellos leves y con diversos politraumatismos, que fueron trasladados al al Hospital General Los Arcos del Mar Menor, según confirman fuentes sanitarias. El siniestro, por los daños personales y materiales producidos, fue de «alta intensidad por la velocidad de ambos vehículos», apuntan dichas fuentes. Todos los implicados en el siniestro son de nacionalidad extranjera y ninguno de ellos residía en el municipio de Torre Pacheco, según indican fuentes municipales. Los jornaleros que viajaban en las furgonetas procedían de Orihuela.
