Los trabajadores de Arimesa volvieron ayer a manifestarse en las calles de Santomera para pedir que el Ayuntamiento evite el cierre de su empresa por «la falta de un trámite burocrático pendiente y que el Consistorio debe otorgar de manera obligatoria», según indicaron fuentes de los empleados en una nota de prensa.

Los manifestantes realizaron en la Iglesia de la Virgen del Rosario una ofrenda de 56 rosas por cada una de las familia afectadas por el cierre de su empresa con el que, denuncian, les amenaza «el Ayuntamiento para el 7 de enero».

Los trabajadores apelaron ayer en la marcha, apoyada por CC OO y UGT, a la responsabilidad del equipo de gobierno PSOE-Alternativa, ya que, aseguran, «ahora ya reconocen que van a subsanar el Plan de Ordenación Urbana y redactar la Cédula de compatibilidad urbanística, lo que conduce a la obtención de la licencia en unos meses». A su juicio, «no es responsable cerrar la actividad para reabrirla en el futuro, porque desmantelar una empresa es condenarla a la muerte súbita».