Alrededor de medio centenar de personas se concentraron ayer en la Plaza de España para mostrar su oposición a que se sigan construyendo cebaderos y granjas porcinas cerca de viviendas, una situación que se repite, especialmente en varias pedanías de la huerta. Los manifestantes exigieron al Ayuntamiento que adopte medidas para evitar esa situación que «se hace insoportable sobre todo en verano».
Los manifestantes portaban pancartas en las que se podía leer: «Lo respiramos. Nos lo comemos»; «dormimos con 1.300 cerdos pegados a nuestras ventanas» o «fosas de cadáveres junto a los cerdos vivos», entre otras.
La concentración fue convocada por la plataforma 'Stop cebaderos cerca de las casas'. El portavoz de la misma, José García, afirmó que «se siguen concediendo licencias por parte del Ayuntamiento de forma indiscriminada», y añadió que «se siguen haciendo disparates, con fosas de cadáveres junto a los cerdos vivos o la apertura de grandes pantanos directamente en la tierra hasta donde van a parar los purines sin impermeabilización alguna, o pantanos de agua de riego que se llenan de purines y que posteriormente se desbordan». Los afectados solicitan asimismo una explicación acerca de la procedencia del agua que se consume en algunos cebaderos.
La plataforma cuenta con el apoyo del grupo municipal de Izquierda Unida-Verdes, desde el que la concejala de dicha formación, Gloria Martín, lamentó las trabas que «desde el equipo de gobierno del PP se está poniendo a los afectados para poder defender sus intereses», y afirmó que «no se les permite acceder a los proyectos urbanísticos que les perjudican directamente». Gloria Martín asistirá hoy en Murcia a una reunión en la Fiscalía de Medio Ambiente, donde los vecinos han denunciado la situación.
Por su parte, el concejal de Agricultura, Ángel Meca, recordó que desde el consistorio se ha hecho todo lo posible por sacar adelante, de forma consensuada, un Pacto por la Conciliación de la Huerta, añadiendo que «de hecho se puso en marcha una Mesa de conciliación al efecto, cuyo trabajo se materializó en una moción elevada al pleno que, sin justificación alguna, fue rechazada por IU, boicoteando un pacto que suponía la modificación del Plan General, entre otras cuestiones».
