El color morado del vino fue el gran protagonista durante la Gran Cabalgata del Vino, celebrada ayer en la localidad de Jumilla, que congregó a más de cien mil personas que disfrutaron de una fiesta mítica en la Región.

Desde primera hora de la tarde, las calles del pueblo se convertían en un hervidero de gente joven (entre 18 y 40 años) llegada de los municipios limítrofes: Yecla, Cieza, Pinoso y Elda, entre otros, y de otras regiones españolas, que no quisieron perderse esta cita anual dentro de la Feria y Fiesta de la Vendimia.

A las seis de la tarde se iniciaba la formación del cortejo con la presencia de una veintena de peñas, con su correspondiente tractor y unos sesenta mil litros de vino para repartir entre el público asistente. Unos dos mil peñeros formaron parte de la Gran Cabalgata del Vino, ataviados con el traje típico de jumillano: los hombres con pantalón negro, camisa blanca y faja azul, y las mujeres, con el refajo o zagalejo que se utilizaba antiguamente en las labores de recolección de la uva.

Ante la gran avalancha de público, la Federación de Peñas Fiestas de la Vendimia se vio obligada, años atrás, a contratar personal privado (con sus correspondientes chubasqueros) que se colocan junto a las carrozas para evitar accidentes y garantizar la seguridad de los participantes. En las avenidas de Reyes Católicos y de Levante no cabía un alfiler, y se instalaron barras para el disfrute de los asistentes a la Gran Cabalgata del Vino. Las primeras plataformas de ruedas iniciaron el recorrido a las siete de la tarde por Avenida de Murcia, Cánovas del Castillo, Valencia, Avenida de Reyes Católicos y Juan XXII para finalizar en Avenida de Levante cruce Avenida de Murcia.

Durante más de tres horas las calles de Jumilla se convertían en un auténtico río de vino con una memorable batalla entre participantes y espectadores.

El público disfrutaba de esta cabalgata empapado en vino, en una fiesta única y original que cada año cuenta con más espectadores, y que es de las más emblemáticas de la comunidad.

Los comercios de la calle principal de Jumilla (la de Cánovas del Castillo) se vieron obligados a colocar unos protectores con el fin de evitar las manchas procedentes del vino derrochado durante esta cabalgata. La alegría todo lo justifica.

Muchos de los asistentes se desplazan a Jumilla con nueva vestimenta para cambiarse una vez finalizada la Gran Cabalgata, ya que lo utilizado en el desfile queda prácticamente inservible como consecuencia del olor desprendido por el vino.

El Ayuntamiento de Jumilla, a través de la Concejalía de Servicios, instaló duchas portátiles en el patio del mercado de abastos, con la finalidad de que los espectadores puedan recuperar la normalidad lo antes posible y disfrutar del resto de la jornada limpios. De ahí, visitas a los chiringuitos y a la Fuente del Vino instalada en el jardín del Rey Don Pedro, que este año simboliza una bola del mundo y un botella de vino de Jumilla.

Desde las cinco de la tarde de ayer se puso en marcha un preventivo de seguridad integrado por más de un centenar de personas entre agentes de Policía Local, Guardia Civil, Protección Civil (Yecla, Cieza y Jumilla), así como Bomberos y Cruz Roja, junto a personal sanitario, todo ello coordinado a través del servicio de emergencias 112.

En palabras del concejal responsable de Seguridad Ciudadana de Jumilla, Eugenio Aguado, «este año se ha duplicado el número de personas que forman parte del dispositivo de seguridad». Jumillanos y visitantes han podido disfrutar de sus tradicionales fiestas de agosto, que han contado con un desfile de la Asociación de Moros y Cristianos Don Pedro I; el 34 Festival de Folclore Ciudad de Jumilla y actos relacionados con la Federación de Peñas Fiestas de la Vendimia: Ofrenda de Uvas y Pisa del Primer Mosto; concurso: de pisaores y lanzamiento de uva, gachamigas y lanzamiento de ´azaón´ (azadón). No han faltado los actos religiosos, organizados por la Cofradía Nuestra Señora de la Asunción, además de actividades deportivas.

Hoy, fin de fiestas

Las fiestas de Jumilla 2017 llegan hoy a su fin después de diez días de intensa actividad. A las ocho de la tarde está programada con una misa y la posterior bajada de la patrona, Nuestra Señora de la Asunción, desde la Parroquia Mayor de Santiago hasta la ermita de San Agustín.

A las diez de la noche, en el jardín del Rey Don Pedro, laConcejalía de festejos ha programado una actuación de canción española y copla con Auxi y Fran Botía.

Un espectacular castillo de fuegos artificiales, desde el propio Castillo de la ciudad, dará por finalizadas las fiestas de agosto en Jumilla 2017.