­­El aparcamiento de la avenida Emilio Castelar, junto al recinto de las fiestas, lució durante unos días la falla municipal, una iniciativa de la Comisión de Fiestas que contó con el patrocinio de más de 60 empresas locales.

La falla, una alegoría a San Pedro del Pinatar, recrea una tradicional escena de playa, con dos bañistas disfrutando de los lodos, un grupo de caballitos de mar y un balneario coronado por un simpático langostino del Mar Menor.

El conjunto, elaborado por auténticos maestros falleros valencianos, tenía una altura de 7,5 metros y se quemó a las 00,00 horas de la noche del 23 de junio, con motivo de la tradicional celebración de la noche de San Juan. Centenares de pinatarenses presenciaron la quema del langostino y muchos de ellos inmortalizaron los instantes previos al fuego con un selfie en el que este crustáceo único en la laguna salada era el auténtico protagonista. Los fuegos artificiales culminaron la velada.