La colegiata de San Patricio de Lorca, el principal templo católico de la ciudad, reabrió ayer sus puertas, una vez concluido el proceso de restauración más ambicioso de su historia, en el que se han invertido casi seis años de trabajo y 4,8 millones de euros. Una misa de consagración oficiada por el obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, dio brillantez a la reapertura, en coincidencia con la festividad de San Patricio, el santo irlandés a cuya advocación está dedicado el bello templo.

La iglesia lorquina es una de las tres más importantes del mundo consagrada a la advocación de San Patricio, junto con las de Nueva York y Dublín. El templo fue cerrado tras los terremotos del 11 de mayo de 2011, que obligaron a su clausura por daños muy severos en el exterior y en el interior de la colegiata, y ahora vuelve en todo su esplendor.

Esta iglesia colegial, el segundo templo católico más importante de la Región tras la catedral de Murcia, se ordenó construir tras la victoria castellana en la batalla de Los Alporchones, librada el 17 de marzo de 1452, festividad de San Patricio, hace 565 años. El edificio de estilo renacentista, se erigió con aspecto de catedral para demostrar el proceso de recuperación de la ciudad tras la reconquista cristiana y las obras tardaron más de 250 años en ser concluidas.

El equipo técnico dirigido por el arquitecto Juan de Dios de la Hoz, recibió el pasado mayo el Premio Europa Nostra de Conservación del Patrimonio, considerado el más importante en su categoría, por la recuperación de esta iglesia, junto a otros cinco templos de Lorca dañados por los seísmos. La restauración de San Patricio, inmueble catalogado como Bien de Interés Cultural y el segundo templo más importante de la Región tras la Catedral, ha precisado una inversión de 4,37 millones de euros, de los que la Comunidad Autónoma ha aportado el 70%.