Los regantes del Heredamiento de Molina volvían ayer a las calles, concretamente a las puertas del Palacio de San Esteban en Murcia, sede del Gobierno regional, para denunciar la «ruinosa» situación en que se encuentran las 4.200 familias de agricultores de Molina, Lorquí y Archena «después de haber sido utilizados para gastar 53 millones de euros en unas obras que nunca aprobamos», que han servido «para que los corruptos se llenen los bolsillos de dinero y que no funcionan».

Una situación que ha derivado en el embargo de sus cuentas por parte de la consejería de Agricultura y Agua, que les reclama la devolución de las subvenciones por las obras inacabadas de modernización de los regadíos, un embargo que les está «asfixiando» y que podría acabar con la pérdida de sus cultivos, según denunciaba su presidente, Juan Alcayde.

La Consejería «nos exige el reintegro de subvenciones porque las obras no se han terminado, pero no cayeron en la cuenta que las obras nunca debieron empezarse y nunca debieron dar un céntimo para obras que no estaban aprobadas por la Asamblea, y eso lo saben», han añadido los regantes.

Recuerdan, al respecto, que este asunto está en los tribunales y solicitan que se levante el embargo impuesto por Agricultura, que suma un total de 80.000 euros (de un total reclamado de 1,8 millones de euros) en tanto llega la resolución judicial sobre el caso. Eso les permitiría, según Alcayde, seguir adelante con sus cultivos y poder hacer frente al aval que le reclamaba la Consejería en pago de las subvenciones que adeudan y cuyo impago ha derivado en el embargo de sus cuentas.

Por ello, los regantes se manifestaron ayer al grito de 'Adela, eres pequeña y mala consejera', ante su negativa a levantar el embargo «cuando desde la Agencia de Recaudación nos han asegurado que si la Consejería da la orden de levantar el embargo, en tres días tenemos libres las cuentas».

Los regantes están sorprendidos por «la celeridad con la que se nos embargan nuestras cuentas y se nos sume en el más absoluto caos a las más de 4.000 familias de la zona (que cultivan unas 1.800 hectáreas de terreno), con la frialdad y falta de sensibilidad que les caracteriza hacia el problema que nos generan». De ahí que no cejen en su lucha y ya anuncian una próxima protesta para el próximo día 22, de 11 a 13 horas, frente a San Esteban, y no descartan, incluso, 'plantarse' frente a la Consejería «hasta que nos den una solución aceptable».