La ciudad de Lorca amaneció ayer consternada al conocer la noticia del fallecimiento de José María Fernández Pallarés, presidente de la Comunidad de Regantes de este municipio desde hace tan solo unos meses, cuando fue elegido como tal, tras haber ocupado el cargo de vicepresidente de los comuneros lorquinos con Antonio Díaz Millán, Francisco Martínez Cachá y Manuel Soler Miras, como presidentes. Su fallecimiento se ha producido cuando tan solo le faltaban unos días para cumplir los 69 años.

El alcalde de Lorca, Francisco Jódar, aseguró ayer que «es un día de luto para la ciudad». La capilla ardiente fue instalada en el tanatorio Lázaro Soto, por donde desfilaron varios miles de personas que quisieron dar el último adiós a un hombre emprendedor y luchador hasta los últimos días de su vida. El entierro será hoy, a las doce del medio día, y los restos con sus cenizas serán depositados esta tarde, a las seis, en la capilla del Rosario del Conjunto Monumental de Santo Domingo, a cuya construcción y puesta en funcionamiento dedicó muchos años.

José María Fernández Pallarés fué concejal del ayuntamiento de Lorca entre los años 1974 y 1979, presidente del Paso Blanco durante más de una década, presidente de honor de dicha cofradía, Hermano Mayor de la archicofradía de la Virgen del Rosario, procurador de los tribunales de justicia y empresario agrícola. Según el alcalde de Lorca, «la muerte de José María Fernández Pallarés constituye una pérdida muy importante para la ciudad», añadiendo que «fue una persona muy importante en Lorca, entrañable, conocido por todos, que va a formar parte a partir de ahora de la historia de este municipio».

Según Jódar, «fue además una persona abierta, con iniciativas importantes y que durante sus últimos años ha sido un ejemplo de empuje y ganas de vivir para vencer a la enfermedad que sufría y contra la que siempre se reveló, capaz de superar todos los inconvenientes que la misma le produjo, luchando siempre para estar ahí y seguir trabajando por Lorca».

La junta de gobierno, que se reunió ayer, acordó transmitir sus condolencias y las del pueblo de Lorca a su familia. Como presidente de la Comunidad de Regantes de Lorca, que abarca a un colectivo de más de 8.500 personas, le hubiera gustado haber visto terminado el proyecto de modernización de regadíos en la pedanía de Tercia por el que tanto luchó, lo mismo que la integración del regadío consolidado en el tradicional o la llegada a Lorca del agua procedente de la planta desalinizadora de Águilas.

De todas formas, se ha marchado con los deberes hechos por el impulso que dio al Paso Blanco durante el tiempo que fue presidente consiguiendo grandes objetivos para esta cofradía, entre ellos, los de ver terminado el proyecto que abarca al conjunto monumental de Santo Domingo.

Era un hombre que nunca se achicaba ante los grandes y poderosos, ante quienes se presentaba para exponer sus iniciativas que luego seguía reclamando hasta que se hacían realidad. Le gustaba desplazarse al campo donde tenía parte de sus propiedades porque disfrutaba hablando con la gente de la huerta que tanta confianza depositaron siempre en él.

Fernández Pallarés fué siempre un hombre de consenso y otro de los objetivos que le hubiera gustado ver acabado es la restauración del convento de las monjas Clarisas, cuya recuperación corre a cargo del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo- Segura y en cuya iniciativa tuvo mucho que ver. Pero ahora, con mucha más tranquilidad, tendrá ocasión de ver acabados sus proyectos desde el lugar que sus vírgenes, la del Rosario y la Amargura, le tienen preparado.