Apadrinado por el Qashqai, su hermano mayor y todo un éxito en ventas, el Juke sigue su estela con un diseño más juvenil y un tamaño más contenido sin que por ello pierda comodidad o capacidad en distintos ámbitos. Prueba de ello es la posibilidad de contar con la tracción total en las mecánicas más potentes y una altura libre al suelo de 18 centímetros.

Disponible con una oferta muy variada e interesante de gasolina con potencias de 94, 115, 117, 190 y 218 CV, y una diésel de 110 CV, las cajas de cambios pueden ser manuales de cinco y seis marchas o automáticas, en función de la motorización. De serie la tracción es a las ruedas delanteras, aunque, como ya hemos mencionado, los dos más prestacionales de gasolina se pueden adquirir con tracción total. Nosotros hemos contado para esta ocasión con la única variante diésel de 110 CV, un motor muy alegre que destaca por su rendimiento con el consumo homologado de 4 litros por cada 100 km.

El Nissan Juke mide 4,14 metros de largo y dispone de un habitáculo bien aprovechado para su compacidad. Si delante el espacio es como el de un buen compacto, detrás, la altura puede estar condicionada por la caída del techo hacia la zaga, aunque ocupantes de estatura normal no tendrán problemas para viajar ahí. Como con el propulsor diésel, el Juke no puede tener el sistema de tracción total, que resta hueco en el maletero, la capacidad de carga de nuestro 1.5 dCi de 110 CV es de 354 litros.

Al volante, el Juke es un coche sencillo de conducir, responde bien desde pocas vueltas y puede rondar aún con fuerza las 5.000 revoluciones. Además apenas vibra y su sonido no es nada molesto. La caja de cambios asociada es la manual de seis relaciones. No hay posibilidad de una automática, pero la propuesta tiene un tacto agradable y preciso que invita a jugar con las marchas. Todo esto teniendo en cuenta que, gracias a la elasticidad del motor, que puede resolver incluso en recuperaciones en marchas largas, no hace falta recurrir en exceso a su palanca en una conducción normal. A nosotros nos ha dado una cifra de consumo ligeramente superior a la homologación, pero siempre se ha quedado en valores bajos, hasta en ciudad, que es donde se espera un gasto mayor.

Hay cuatro niveles de dotación para el Juke: Visia, Acenta, N-Connecta y Tekna. De serie y desde el acabado más básico encontramos elementos como el control de estabilidad, la dirección asistida de dureza variable, los sensores de ruedas, el aire acondicionado, las llantas de 16 pulgadas, las luces de marcha diurna de Led y un sistema de audio con conectividad auxiliar. El siguiente nivel Acenta añade el programador de velocidad con limitador, el climatizador, las llantas de 17 pulgadas, los faros antiniebla y el sistema de Control Dinámico de Nissan que modifica varios parámetros para adaptarlos a diferentes modos de conducción. El Juke N-Connecta, que era la unidad que nosotros probamos, suma al listado anterior los sensores de lluvia y luces, la tapicería de Alcántara, algunas partes del interior personalizables, la llave inteligente con arranque por botón, el equipo de audio ´NissanConnect´ de pantalla táctil de 5,8 pulgadas, navegación y aplicaciones compartidas para teléfonos inteligentes (se puede programar una ruta en casa y exportarla al vehículo cómodamente, entre otras funcionalidades) y la cámara de visión trasera. El tope de gama Tekna completa la carta con un equipamiento de primer nivel, como los faros de xenón, el Escudo de Protección Inteligente de Nissan que controla los ángulos muertos, avisa del cambio involuntario de carril y detecta movimiento en la parte trasera del vehículo (muy útil en maniobras de marcha atrás), las cámaras periféricas o la tapicería en piel.

Los precios del Nissan Juke 1.5 dCi de 110 CV arrancan en los 16.250 euros con el acabado Visia. El Acenta sube hasta los 17.550 euros, el N-Connecta cuesta 18.950 euros y el Tekna vale 21.200 euros.