Presentado recientemente para la prensa de nuestro país, el nuevo MINI Clubman abre otros caminos para una marca que pretende ser algo más que un fabricante de coches. La ofensiva que propone, aparte de traer nuevos formatos dentro de las cuatro ruedas, busca también ofrecer un estilo de vida diferenciado a través de una línea de productos desarrollada con diseñadores de moda y accesorios. Pero por el momento nos quedamos con nuestra elección para esta semana, el mencionado Clubman: un producto muy ambicioso con el que MINI quiere ofrecer un vehículo polivantente que perfectamente pueda servir como único coche familiar.

El Clubman busca desmarcarse de los contrincantes generalistas atacando directamente a los poderosos Audi A3, BMW Serie 1 o Mercedes-Benz Clase A, en su terreno: calidad por encima de todo, refinamiento mecánico y mucha tecnología; tiene todo eso, y en una transformación asombrosa crece hasta los 4,25 metros para permitir un interior más habitable y un maletero de 360 litros, ampliables hasta 1.250 litros abatiendo los asientos. En este ejercicio de diseño abandona la configuración asimétrica de sus accesos para ganar en practicidad. Si el anterior tenía una sola portezuela detrás más pequeña, en el lado del acompañante, para las plazas traseras que se abría en sentido opuesto, ahora, el nuevo Clubman adopta un concepto menos rompedor, pero más civilizado y funcional por sus dos puertas traseras de apertura normal, y mantiene el portón de doble hoja del maletero, que se abre en compás hacia los lados. Este movimiento puede ser automático (con un resorte en cada hoja) deslizando un pie por debajo de la trasera.

En lo que respecta a las mecánicas, el MINI Clubman monta tres motores diésel con 116 CV (One D), 150 CV (Cooper D) y 190 CV (Cooper SD) y otros tres de gasolina, uno de 102 CV (One), otro de 136 CV (Cooper) y el más potente de 192 CV (Cooper S). Los One, One D y Cooper son bloques de tres cilindros y el resto son de cuatro. Las cajas de cambios son de seis relaciones de serie, con la opción de cambios automáticos de seis marchas para los motores de tres cilindros y de ocho velocidades para los de cuatro. Como es habitual en la gama y, para no ser menos que sus hermanos, el Clubman también tendrá en un futuro una versión John Cooper Works y antes algunas mecánicas se podrán combinar con la tracción integral.

La carta de dotación está ajustada a las tecnologías más actuales, por eso podemos encontrar en él elementos como el sistema ´MINI Driving Modes´, con el que podemos ajustar la respuesta del coche entre varios perfiles, llantas de hasta 19 pulgadas, suspensión de dureza variable o el nuevo y completo sistema de infoentretenimiento de la marca.

Nuestro protagonista de hoy, el Clubman Cooper SD de 190 CV es el tope de gama en gasóleo. Si la variante inferior Cooper D con 150 CV ya tiene una aceleración intensa, el Cooper SD tiene unas prestaciones brillantes. Además no descuida el consumo y sólo gasta 0,2 litros más que el mencionado. La punta de velocidad es de 225 km/h y hace el ´cero a cien´ en 7,4 segundos, todo un pequeño deportivo. La guinda a esa mecánica viene en forma de cambio automático de ocho velocidades, muy interesante y con un sobrecoste de 2.100 euros. Esta caja ha demostrado de sobra sus virtudes en modelos de referencia de BMW y hace la conducción más placentera y relajada.

El precio de partida del MINI Cooper SD Clubman es de 31.900 euros.