Poco a poco, las marcas van incluyendo tecnologías híbridas a su catálogo de modelos. Audi hace lo propio con su compacto A3 y, sobre la carrocería Sportback de cinco puertas, monta un motor de gasolina 1.4 TFSI de 150 CV unido a un eléctrico de 102 CV, para dar un resultado conjunto de 204 CV (en los híbridos la potencia total no es la suma de los distintos motores).

Salvo la particularidad de su propulsión, el Audi A3 e-tron apenas se diferencia del resto de sus hermanos de gama. Hay que fijarse en los pequeños anagramas ´e-tron´ repartidos por la carrocería y la parrilla cromada, donde los cuatro aros se deslizan para acceder al enchufe de recarga, o el interior con detalles específicos como el tablero de instrumentos que sustituye el cuentarrevoluciones por un medidor de rendimiento.

En marcha, el Audi A3 e-tron se conduce como un vehículo automático normal. La caja escogida para la ocasión es la S-Tronic de doble embrague con seis velocidades y posición Sport. Si los acumuladores (una batería de 96 celdas y 8,8 kWh de capacidad situada bajo los asientos traseros) están recargados, se consigue una autonomía de alrededor de 50 km en modo eminentemente eléctrico, lo cual no está nada mal para trayectos de ciudad y extrarradio.

En un funcionamiento híbrido, el conductor puede seleccionar el modo de trabajo entre tres posibilidades. El modo ´Hybrid Auto´ selecciona por su cuenta el motor que entra en acción en función de la forma de conducir y carga de baterías; el ´Hybrid Hold´ intenta mantener el nivel de la batería haciendo funcionar más al motor térmico y el ´Hybrid Charge´ da prioridad al motor de gasolina para aumentar más rápidamente la recarga.

Éste es el menos eficiente, pero al menos asegura un buen nivel para un uso eléctrico posterior. Hay otra posibilidad que aumenta las prestaciones al forzar la ayuda del propulsor eléctrico como apoyo en aceleraciones.

Es la posición ´S´ del cambio. Con este perfil, conseguimos retención al levantar el pie del acelerador, ya que eso no ocurre en los modos normales en los que el coche va a ´vela´ sin retener para economizar combustible. El apartado del consumo es realmente satisfactorio, pues, aunque a nosotros nos ha dado más gasto que la media homologada de 1,5 litros por cada 100 km (la homologación de los híbridos tiene en cuenta ciclos diferentes al resto de mecánicas, y de ahí esos valores tan bajos), las cifras para un coche de gasolina que supera los 200 CV han sido bastante bajas.

Además de estas formas de aumentar la carga, el e-tron se puede enchufar a la red eléctrica. Para tal fin dispone de un enchufe detrás del anagrama de la parrilla para su conexión. Así, con una toma estándar de 220 Voltios y 16 Amperios, el tiempo estimado para llenarlo de energía ronda las dos horas y media. El proceso se puede monitorizar y gestionar a través de una aplicación de la marca para ´smartphones´.

El resto del coche es tan funcional como cualquier otro A3 térmico. Quizá la diferencia más apreciable está en el maletero, que pierde el hueco destinado al tanque de gasolina y presenta un hueco de carga de 280 litros.

El precio del Audi A3 e-tron es de 40.840 euros, aunque hay que descontar las ayudas a la compra de este tipo de vehículos, que en este caso rondan los 4.500 euros.