El director general de Agua del ministerio de Medio Ambiente, Jaime Palop, aseguró ayer que "el problema" no está en el Tajo, ni en el abastecimiento humano de agua, sino en salvar los cultivos y árboles de la cuenca del Segura ante la situación se sequía que atraviesa España.

En rueda de prensa, Palop, quien justificó la decisión del último Consejo de Ministros que autorizó un trasvase desde el Tajo al Segura de 82 hectómetros cúbicos -39 para consumo humano y 43 para riegos-, presentó el informe sobre caudales trasvasables por el acueducto Tajo-Segura en el que el Gobierno basó su decisión.

Recordó además que, según la legislación vigente, se consideran aguas excedentarias todas aquellas embalsadas en el conjunto de Entrepeñas y Buendía, en la cabecera del Tajo, que superen los 240 hectómetros cúbicos. De esa cantidad, agregó, 145 son necesarios para el consumo de la cuenca del Tajo en el período julio-septiembre, otros 20 desaparecen por evaporación y 55 son la previsión de aportación en esos meses, por lo que la suma de recursos disponibles era de 401 hectómetros cúbicos. Como los embalses no pueden quedar por debajo de 240, los recursos excedentarios eran de 161. Palop señaló que las demandas para el consumo humano en la cuenca del Segura del trimestre se estimaron en 39 y para riego de socorro 78 que, teniendo en cuenta el agua desembalsada anteriormente y los recursos en infraestructuras, se reducen a 43.

En su opinión, la decisión que tomó el Consejo de Ministros "es muy difícil de adoptar y no exenta de dificultades políticas, pero sensata y razonable, porque no afecta al Tajo y a los regantes del Segura hay que decirles que no hay tanta agua como ellos creen".

Sobre la posibilidad de que se devuelva agua de consumo humano a los regantes, señaló que "se debería plantear tener algún gesto con ellos" y animó a los alcaldes de la zona a tomar "iniciativas de solidaridad con los regadíos del Segura, para aliviar la situación", a lo que el Ministerio "no tendría ninguna objeción a esa devolución".