Los talibán paquistaníes prometieron ayer una dura y prolongada guerra de guerrillas contra el Ejército en respuesta a su ofensiva en la región de Waziristán del Sur, mientras el país volvía a ser golpeado por un nuevo atentado, en este caso en la Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP), que dejó al menos 24 muertos y más de 50 heridos. Un portavoz de los talibán paquistaníes afirmó que la "guerra de guerrillas" que llevan a cabo las milicias islámicas ya ha causado "fuertes pérdidas" al Ejército de Pakistán y que los combates en su feudo de Waziristán del Sur van a ser "más duros que los de Cachemira".

El Ejército lanzó el 17 de octubre la ofensiva de Waziristán del Sur, una descontrolada región cuya población es de etnia pashtún y que hace frontera con Afganistán, con el objetivo de acabar con las bases de los talibán. La operación es seguida muy de cerca por Estados Unidos y otras potencias occidentales que tienen tropas en Afganistán, que consideran que Waziristán del Sur sirve de retaguardia a las milicias islámicas.