Hace más de 50.000 años el Hombre de Neandertal caminaba por tierras de Torre Pacheco. Concretamente por las laderas del Cabezo Gordo. Ésta es la conclusión sencilla del yacimiento paleoantropológico de la Sima de las Palomas, que ha demostrado la presencia de los esqueletos de dos adultos y un chaval joven que vivieron allí en aquellos tiempos.

Y los descubrimientos no cesan. Cada año se lleva a cabo la Escuela de Campo ´Sima de las Palomas´, que ha brinda una oportunidad única para el encuentro internacional de jóvenes y colaboradores entusiasmados en la búsqueda de las raíces del Hombre de Neandertal y de la industria paleolítica musteriense.

El 11 de agosto se celebrará una jornada de puertas abiertas en el yacimientode 9.00 a 12.00 horas

Así, este año la vigésimo segunda edición de la Escuela se llevará a cabo entre los días 23 de julio y 13 de agosto, fijando el día 9 del referido mes para presentar los hallazgos que produzca la campaña científica, en el Ayuntamiento de Torre Pacheco. Como cada año, destacados profesores e investigadores internacionales colaborarán con al Escuela.

La anterior campaña reveló la utilización el fuego para preparar alimentos y una dieta de nutrientes vegetales

La pasada edición de la campaña científica puso de relieve dos asuntos de trascendencia científica. Por un lado la utilización del fuego, ya que abundantes restos de huesos de animales encontrados presentaron señales de alteración por combustión. Por otro, la presencia de una dieta con nutrientes vegetales como reflejan piedras localizadas en el yacimiento, con las que trabajarían los alimentos.

Además, el 11 de agosto se llevará a cabo la acostumbrada jornada de puertas abiertas en el yacimiento, dentro de la XXII Campaña Arqueológica 2013. Así, los interesados podrán visitar la Sima durante toda la mañana, desde las 9.00 horas hasta el mediodía.

Un viaje fascinante por la evolución

Los arquitectos Federico Soriano y Dolores Palacios son los ideólogos del proyecto del Museo de Paleontología que se construye en el entorno del Cabezo Gordo. El edificio consta de seis alturas con un total de 2.547 metros cuadrados de superficie expositiva, con una fachada que «juega camaleónicamente con el entorno», según Soriano.

El museo invitará al visitante a sumergirse en el fascinante viaje del origen y evolución de la vida en la Tierra a lo largo del tiempo y pretende convertirse en un lugar de referencia en todo el país.

Se ubica en una parcela de 10.025 metros cuadrados al pie del Cabezo Gordo, fuera de la zona de protección del mismo y se divide en tres partes. Una zona de investigadores, que consta de tres partes claramente diferenciadas: la primera se destinará a las doce residencias temporales para investigadores; la segunda a las oficinas de dirección y la tercera se destinará al departamento de Conservación. Una zona de museo, que se trata de un espacio continuo que se visita descendiendo. Y una zona de uso público, que comprende la sala de exposiciones, tiendas, aulas y cafetería, entre otros servicios.

Las obras de construcción están casi finalizadas y ya se trabaja en la musealización del edificio.