Este fin de semana ponemos ruta a un lugar privilegiado situado en la ciudad de Lorca, el Parador que ese encuentra en el espectacular Castillo de Lorca, desde el que se divisan unas vistas realmente fascinantes. Tenemos la suerte de contar con uno de los 97 Paradores que hay repartidos por las 16 Comunidades Autónomas en las que Paradores de Turismo crea una seña de identidad asociada a la calidad con letras mayúsculas.

Cuando ponemos ruta a un destino hotelero, podemos fijarnos en varias cosas, el tipo de hotel y el número de estrellas que nos indican un rango en el precio de las habitaciones así como en la exclusividad en el servicio, pero si buscamos algo más, lo tenemos con los paradores, ya que se une la exquisitez a la ubicación del entorno en el que nos vamos a alojar, entornos históricos y patrimoniales realmente importantes.

Para este fin de semana, en el que se celebra un día señalado en el calendario como es el Domingo 6 de Mayo, Día de la Madre, qué mejor destino para celebrar en familia un auténtico homenaje como sólo una madre se merece. Y aunque podría acostumbrarme a estar en estos lugares día sí y día no también, anotemos en nuestra agenda este destino desconocido para muchos en nuestra región, pero destino para muchos viajeros que llegan desde cualquier parte del mundo buscando la cultura y el viaje como medio de disfrute del tiempo libre.

Nos recibe amablemente el director del Parador de Lorca, Juan José Asensio, que nos enseña las instalaciones que componen el recinto, y nos relata de primera mano toda la oferta asociada a la estancia en el mismo. Entre semana, el ochenta por ciento de público es generalmente turismo extranjero o nacional, pasando al fin de semana a un turismo regional y nacional. Todo aquel que pasa por este destino, repite a buen seguro.

La dilatada experiencia de su director en paradores como los de León, La Gomera, Tortosa, Segovia y La Granja no hacen más que reflejar la profesionalidad al frente de todos los detalles de cara al cliente y a su estancia, para contribuir con todo su equipo a que no nos falte de nada en cada momento en el que pasemos en este parador de ensueño.

Para ir con niños es un lugar más que indicado, ya que la ciudad de Lorca reúne una serie de identidades muy útiles a la hora de enseñar a los más pequeños aspectos culturales e históricos. Un Castillo no se tiene a pie de calle a diario, y poder hospedarte en un entorno con uno de estas características, posibilita que los niños se apasionen por el aprendizaje de la historia de nuestra región y cómo no, de España.

Los interiores del Parador son realmente acogedores, impresiona entrar en el hall, por las dimensiones de las alturas de los techos, la piedra que inunda todo el recinto y los tonos en los que se constituye la decoración tanto de habitaciones como de espacios comunes juegan a ser una fusión permanente del exterior con el interior. Cuidada decoración hasta el más mínimo detalle, hace que te sientas realmente como una auténtica reina en el Parador de Lorca.

La piscina climatizada y cubierta con la zona de spa, son una carta a su favor, ya que permiten tener los servicios de spa en un ambiente totalmente confortable y agradable, haciendo que la desconexión sea realmente certera. Con horarios especiales para el disfrute de los niños, podemos compaginar tiempo para nosotras en tratamientos de belleza, mientras el resto del equipo familiar disfruta de la piscina o del entorno monumental en el que nos encontramos.

Es de destacar las espectaculares habitaciones con las que cuenta, hemos estado en una en la que los baños cuenta con bañera de hidromasaje, su ducha independiente, su zona de baño separada, muy amplios por cierto, y muy útiles cuando vamos con niños, pero sobre todo la posibilidad de tener habitaciones de 80 metros cuadrados con capacidad para dormir cuatro personas, y acceso a otra habitación realmente amplia en la que pueden ir dos personas más.

Salidas en grupo con familia, familias numerosas, grupos de amigos, la combinación para el ocio cultural y de fin de semana es variada, pero el espacio en el que se disfruta ese ocio hace si cabe más increíble el cómo se recuerde y cómo lo vivamos. La decoración de las habitaciones en tonos berenjena, en tonos naturales y crudos, marrones tostados y caramelizados hacen que se mimetice el entorno que hay tras la ventana con el propio dormitorio.

El Parador cuenta con un jefe de cocina, José Antonio Morales, que ha sido galardonado recientemente con el premio nacional al Premio al Mejor Jefe de Cocina en la tercera jornada de la XVI edición de REALEMF 2018, fusionando la receta "Caldo con pelota murciano" en un giro realmente asombroso en la cocina de autor. La carta para los niños es tan variada que podemos elegir entre doce primeros platos y seis guarniciones, con seis postres distintos, con una carta apta para celíacos. Los niños no son excusa para disfrutar de este entorno. Inma y Jose Antonio en cafetería también nos atenderán estupendamente.

La visita al Parador de Lorca se hace complementaria con la visita al Castillo, recordemos que Alfonso X el Sabio mandó construir esas dos grandes torres del homenaje, la Torre Alfonsina y la Torre del Espolón. Desde allí se domina todo el casco de la ciudad de Lorca, era en tiempos un lugar realmente estratégico, ya que se controlaban desde esa zona las rutas que circulaban en relación con el sur y todo el levante.

Un lugar que está catalogado como Patrimonio Histórico Español, y del que podemos hacer uso a través de las visitas al castillo y con la estancia en el Parador, convirtiéndonos en ese tiempo de estancia, en un auténtico homenaje, para divisar lo realmente importante, los buenos momentos que tenemos para compartir con la gente que más queremos, feliz viernes, y feliz fin de semana, el Parador de Lorca te espera con toda su historia a tus pies.