Uno de los lugares con los atardeceres más bonitos de la Región quizá sea el Faro de la Bahía de Portmán. Además, llegar allí es como ahondar en la historia, es ver cómo la mano del hombre ha ido arañando la tierra para sacar los tesoros que bajo ella había.

Portmán es un pequeño pueblo perteneciente al municipio de La Unión, y su enclave está entre las sierras de Cartagena y la citada localidad. Adentrarse por la carretera es como abrir un álbum fotográfico sobre la minería y su historia, ya que nos vamos encontrando a ambos lados de la misma estructuras que sirvieron entonces como edificios para la minería.

Lugar estratégico que eligieron cartagineses y romanos por su ubicación y por la riqueza de sus minas en plata y plomo, pasó a ser una zona de explotación minera a cielo abierto, dejando tras de sí uno de los mayores daños al medio ambiente que se recuerdan por estas tierras. Allí quedaron metales pesados, en esa bahía que siglos atrás era puerto de galeras romanas.

De aquel Portus Magnus o Puerto Grande, poco queda, pero sí la esencia de lo que en un tiempo llegó a ser, y aunque hay un pequeño puerto de barcos de pesca, la esencia y la belleza del entorno nos hacen pararnos a pensar en la importancia de trasladar a los más pequeños el valor de la tierra y de la naturaleza, de preservar la vida que todavía habita allí y que se abre paso pese a la acción del hombre.

Los más pequeños verán el contraste de los colores, los rojizos y los ocres, los marrones tostados y acaramelados de la tierra, así como el inmenso azul del mar que nos recibe desde una de las partes más altas de la carretera.

Subimos para descender y adentrarnos en este pueblo que es Portmán y su Bahía. Hay un contraste de flora y fauna en el que se mimetizan tanto montaña como costa. Encontrándonos en la zona de montaña aves como búhos o carboneras y petirrojos, así como conejos. La sabina mora y los pinares de pino carraco, junto con el palmito, nos regalan un paisaje fantástico.

El Faro de Portmán está junto a los restos de una antigua batería militar de costa, La Chapa, que data de principios del siglo XX. La mejor manera de llegar allí es con el coche, ya que aunque se puede ir a pie desde el pueblo hasta la zona del faro y la batería, es mejor desplazarse en él, y ya de allí explorar la zona de la montaña en la que se encuentra.

Aconsejo extremar las precauciones si se accede a la antigua batería, ya que a pesar de ser un lugar precioso, con unas escaleras de piedra espectaculares y unos pabellones y zonas que serían excelentes para tener una zona de ocio, están ligeramente abandonadas -por no decir muy abandonadas-, por lo que no se puede acceder a algunas áreas.

Eso sí, la vegetación que allí hay es como un reclamo de la propia naturaleza por sobrevivir a cualquier dejadez de la mano del hombre, en la que se impone la belleza del terreno con las espectaculares vistas sobre el mar.

Hay que ser previsores si queremos comer por la zona, ya que suele ser un lugar bastante frecuentado, sobre todo en fin de semana, y podemos encontrarnos con las reservas de los restaurantes completas. Tanto Casa Cegarra, famosa por sus calderos, como el Cubano, que está junto a la zona de los barcos de pescadores, ofrecen una excelente carta tanto para adultos como para niños. También mencionar Mar de Cañas, con una buena carta y enclavado justo enfrente de donde debiera de llegar el mar, pero que la minería desdibujó y cambió el paisaje.

Si queremos llevar el picnic de casa, hay zonas con excelentes vistas para comer. Os recomiendo que se pasee primero por la zona en la que antaño llegaban los barcos, y se explique a los más pequeños qué pasó ahí: la sedimentación de residuos por la acción del hombre y las consecuencias sobre el medio marino, el medio terrestre y el humano.

Sirva esta excursión para concienciar a los más pequeños sobre el entorno más inmediato y la necesidad de cuidar algo tan preciado como es la naturaleza. La arena de color oscuro, con destellos de metales que ahí quedaron, les enseñará a cuestionarse por qué en otros sitios es blanca y ahí oscura.