La revolución desde la radio y para la radio

Era noviembre de 1983 y el periodista Diego Vera anunciaba en El País la creación de la primera radio libre y pirata de Murcia: Radio Termita. No daba muchos datos, los fundacionales. Diez entusiastas de la radio y de la revolución que se juntaron y reunieron cien mil pesetas para los equipos técnicos. En el equipo fundacional figuraba Rodolfo Ruiz Ligero (Fito), sindicalista muy activo cuando el Centro Territorial de TVE, en Murcia. Necesitaron un local y encontraron al personaje ideal que les prestaría estudio y ayuda: José María Párraga. El pintor les dejó el primer piso del mítico edificio de la Virgen de los Peligros, con hornacina, con vistas detrás de la Virgen, donde el artista tenía su estudio-taller. 'Dios los cría y ellos se juntan', podría decirse con cariño extremo.

En la foto del maestro Saura, en el centro, Jacinto Nicolás; a su derecha, Alberto Soler. Los dos hoy periodistas en Onda Regional. Y, a su izquierda, el matrimonio Antonio Bañón y Charo Fernández, hoy catedrático en Almería y profesora de literatura en la UMU, respectivamente. En primer término, persona sin identificar. Jacinto Nicolás se incorporó al grupo ya empezada la aventura y estuvo hasta el final al mando, en los últimos tiempos de la travesura que se sintonizaba en el 102 FM, con una cobertura para la ciudad de Murcia y pedanías, aunque una vez tuvieron constancia por un oyente de que se oyó en Abanilla. Jacinto llegó a tiempo de insonorizar algún estudio con los típicos envases de cartón de los huevos. Emitían por la noche un par de horas y luego, ya afianzados, de diez de la noche a dos de la madrugada. Radio con humor, con crítica y con exaltación de la libertad, por supuesto. Contra la entrada de España en la OTAN, en directo y sin red. En el control, una chica joven que se llama Rosa Peñalver, hoy Presidenta de la Asamblea Regional. Quinientas pesetas estaban en juego por el trabajo de cada uno de los apasionados, que hacían sus reuniones de programación en la Heladería Blancanieves.

Jacinto Nicolás confiesa que fue «una experiencia súper positiva, no con los mismos resultados para todos, pero muy divertida. Además, nunca he hecho radio de forma más libre», añade el periodista, que luego pasó por las etapas de Radio 3, Radio 5, Radio 4: «Cada media hora le cambiaban el nombre». Aclaremos que todo era Radio Nacional de España, en sus distintas versiones de FM. Los fines de semana, como buenos trabajadores, descansaban. Las emisiones eran de lunes a viernes. Pocas veces se vieron en apuros graves por su ilegalidad; se estima que la policía hacía bien la vista gorda. A los que nos gusta tanto la radio les agradecemos el esfuerzo, el buen humor y la compañía de aquellos tiempos, los coros que se montaban con las canciones de los Beatles. Nunca volverán aquellos tiempos, aunque esperemos guardar ciertas ilusiones.