Analogic vuelven a los escenarios para presentar su nueva formación. Con su victoria en el Creajoven y su ardiente puesta en escena empezaron a convertirse en la nueva gran esperanza del indie rock murciano. Sus canciones presentaban vida, cicatrices, esfuerzo, pero también química, inmediatez y fuerza. Producían la sensación de estar ante un grupo que ya ha triunfado al intentar demostrar por qué los necesitamos. Salieron disparados: un par de discos (Analogic, Instinto animal), GPS, festivales, una importante agencia? Todo iba imparable, pero la fatalidad les puso freno y los mantuvo apartados todo un año. Sin embargo, como en el mito de Sísifo, ahora vuelven a empezar a subir la montaña. Hace unos días, nos sorprendieron con una escueta nota en la que hablaban de su regreso a los escenarios «tras un 2016 de reestructuración y cambios personales en la banda». El grupo liderado por Juan Abellán y Julio Hidalgo mantiene la ilusión y suma tres nuevos miembros, ganando en cuerpo, contundencia y matices. Se trata de José David Rodríguez (baterista), José Manuel Campillo (guitarra) y el cantautor Pedro Francisco Linares (guitarra y coros). Los nuevos Analogic vuelven con planes que pasan por componer y sacar nuevo álbum, hacer gira y volver a festivales lo antes posible.

¿Os da vértigo esta vuelta a los escenarios? ¿Estáis ansiosos por tocar?

Estamos como locos por volver a subirnos a un escenario. Estar sobre uno es de lo que más felices nos hace en la vida. Queremos tocar, cantar, disfrutar y divertirnos.

¿Qué cosas os inspiran estos días?

Personalmente me inspiran las cosas que me ocurren, tanto en mi vida como dentro de mi cabeza, y las personas que me rodean y me quieren. Gracias a ellas y mi ilusión y amor infinito por la música y el arte, consigo estar cada día al pie del cañón como si fuese el último.

2016 ha sido un año de reestructuración y cambios en la banda. ¿En qué han consistido? ¿Qué los ha motivado?

Bueno, hemos dejado la oficina que nos llevaba y se han marchado Andrés y José Antonio. Lo primero viene motivado por no hacer bien las cosas durante mucho tiempo, lo que terminó agotando la ilusión de nuestros compañeros (y parte de la nuestra). Este es el proyecto de nuestra vida, por el que hemos renunciado a muchísimas cosas, y por eso pienso que dejar el proyecto ha debido ser muy duro para ellos.

¿Cómo fue el juntarse y reaprender las canciones? ¿Han sufrido modificaciones, adaptaciones?

Pues yo pensaba que me costaría más y que sería un poco aburrido volver a preparar todo, pero ocurrió todo lo contrario. Supongo que ver gente feliz e ilusionada me hizo verlo todo con otros ojos y volver a disfrutar como hacía años que no lo hacía. Algunas canciones han sufrido adaptaciones, ya que ahora tenemos la ventaja de tener dos guitarristas. Canciones como Scream o Red room con una segunda guitarra acústica ganan muchísimo.

Estabais preparando nuevo disco, teníais una oficina importante... ¿Qué ha pasado? ¿En qué ha quedado todo?

Bueno, han sido tres, cuatro años en los que pienso que las cosas no se han hecho demasiado bien. A nivel personal, creo que nos equivocamos yendo a una empresa tan grande y tan fuera de lo que es construir desde abajo y tan distante del mundo ´independiente´ y su forma de hacer las cosas. Pero bueno, siendo positivos, ahora estamos libres, nos gestionamos nosotros y somos mucho más felices.

¿En algún momento, tras la buena acogida de los dos primeros discos, temisteis perder la conexión con el público?

Nuestro público siempre ha estado ahí, pero nunca termina de crecer, porque siempre nos ocurre algo y terminamos teniendo un parón. Espero que este sea el último y a partir de ahora todo vaya mejor.

Tuvisteis que grabar el segundo disco de nuevo, componer nuevos temas, el cambio de oficina, etc. ¿Os persigue la fatalidad? ¿Desencantados con el business?

A veces lo he pensado, pero no por esas cosas sólo, por otras muchas. La última: hemos hecho carteles gigantes y hemos pagado a una empresa de pegada para que llenen el centro con carteles. Pues resulta que a la vez se ha hecho una especie de limpieza y renovación del centro, y todos han ido fuera y no se han podido pegar más. Debimos de ser rockeros muy malos en otra vida. Sobre lo de estar desencantados con el negocio, nosotros nunca hemos visto esto como un negocio, porque de ser así, haría años que lo habríamos dejado; es un negocio de mierda. Nosotros hacemos la música que nos gusta para hacer disfrutar a la gente, llegar a su alma. Eso quiere decir que pensamos desde nosotros hasta ellos, pero porque para nosotros una de las cosas más bonitas es cuando todo el mundo (músicos y público) conectan.

Supongo que estaréis ya pensando en vuestro siguiente disco.

Sí, el punto de partida es este concierto. Después nuestra idea es componer (y dar algún concierto si nos llaman) y preparar un disco nuevo. Con discográficas no hemos hablado, pero si con alguna agencia de management.

¿Esta cita se muestra como un regreso ilusionante? ¿A la tercera va la vencida?

Hacía mucho tiempo que no había entre nosotros tanta ilusión. Y sí, a la tercera va la vencida, volvemos para no marcharnos.