Tras experimentar en sus carnes la brecha que aún separa a hombres y mujeres, la catalana Jennifer Pareja recorre diversas ciudades de España para concienciar a la sociedad de que, a través del deporte, la desigualdad puede y debe reducirse.

Con motivo de la iniciativa 'Mujer, Salud y Deporte' que impulsa la empresa Iberdrola, la exjugadora de waterpolo Jennifer Pareja se erige como representante de una campaña que tiene como objetivo luchar por la igualdad tanto en el deporte como en cualquier otra disciplina.

¿De qué manera se involucra con esta iniciativa social?

Cuando me retiré, una de las cosas que tenía claras era que quería seguir ayudando al deporte femenino. Me llamó Iberdrola para formar parte de este proyecto de impulso y apoyo al deporte, y este es uno de los caminos que a mí realmente me gusta. Me sumé a esta iniciativa y estoy contenta de que empresas como Iberdrola se involucren en iniciativas sociales, la igualdad no es solo problema del deporte, sino de la sociedad en general.

¿En qué punto se encuentra la brecha que separa a deportistas masculinos y femeninos?

En los dieciséis años que he estado en la Selección, he notado los cambios del deporte femenino. No nos tenemos que conformar, quedan muchas barreras por romper, aunque lo importante es que ahora hay referentes femeninas. Cuando empecé a jugar a waterpolo yo quería ser como Estiarte, y ahora una niña puede decir que quiere ser como Ona Carbonell o Mireia Belmonte, o incluso como Jennifer Pareja.

¿Cuál es su objetivo personal a través de esta campaña?

Luchar por esa igualdad, que todavía queda mucho, pero hay que seguir actuando y hacer realidad esa igualdad de la que todo el mundo habla. Mi máximo objetivo es que una niña luche por ser deportista. Los niños hacen deporte porque quieren ser Ronaldo, Nadal o Messi, y las niñas simplemente por hacer algo, por sentirse bien. Las niñas tienen que querer ser deportistas.

¿Y qué mensaje transmite?

A mí el deporte me ha permitido vivir algo increíble, no lo cambiaría y lo volvería a repetir millones de veces. El deporte es el camino del cambio social, la mujer puede estar donde se merece y puede cumplir sus sueños.

¿A que más se dedica Jennifer Pareja tras su retirada?

Trabajo con Iberdrola en este proyecto, ofreciendo charlas y clínics para transmitir esa disciplina del esfuerzo y del trabajo. En deporte nos equivocamos, solo salimos en la foto cuando hay medallas o éxitos, pero las historias del deporte son las que cuentan el camino para llegar hasta arriba.

¿Y el waterpolo?

Me retiré en 2016, y ha sido como una relación de pareja: rompes y necesitas un poco de espacio. Al principio me costó, es el proceso más duro para el deportista, aceptar que esto se acaba, pero he tenido la suerte de encontrar algo que me gusta y me apasiona. A veces me sorprende incluso a mí misma, porque lo he echado poco de menos.