Alejandro Gómez, director general del UCAM Murcia, fue tajante: «El comportamiento del equipo turco es para expulsarlo automáticamente de la competición y que no juegue el próximo miércoles contra nosotros en Murcia», dijo el madrileño, quien calificó lo vivido como «surrealista».

Sobre el incidente con el marcador explicó que «ni el reloj de 24 segundos funcionaba, pero milagrosamente se arregló cuando nadie estaba pendiente de eso al inicio del segundo cuarto.

Me parece que FIBA tiene que pensar muy seriamente en estos acontecimientos porque si no se corrigen cosas como hoy harán daño a la competición». También denunció que «han lanzado todo tipo de objetos al campo y han agredido a Rojas. Lamentable han beneficiado siempre al infractor. Han ocurrido cosas del siglo pasado y FIBA debe tomar medidas».