Era un secreto a voces que tanto Deseado Flores como Miguel Martínez, consejeros del Real Murcia, se han autoproclamado líderes del consejo de administración en los últimos días al contar con el beneplácito de Raúl Moro. Y ayer se confirmó. Gabriel Torregrosa y Juan Merino, los otros dos integrantes que completan dicho consejo, emitieron en un comunicado que se desmarcan de las últimas decisiones tomadas de forma unilateral, donde el dúo formado por Flores y Martínez, junto con la aprobación de Moro, han realizado movimientos «motivados por intereses personales» pese a que son conscientes de que Mauricio García de la Vega anunció que ejecutó la opción de compra del club dentro del contrato firmado con Moro.

Lo que queda evidente es que el consejo de administración del Real Murcia está roto. El secuestro del club por parte de Miguel Martínez, presidente actual de la entidad tras la espantada del extremeño, y de Deseado Flores ha convertido los despachos de Nueva Condomina en un polvorín. Pese a la división y a que las posturas estaban completamente separadas, algo que se volvió a ver en el despido de Pedro Gómez Carmona como director de fútbol de la entidad, Torregrosa y Merino, que llegaron al consejo en diciembre, prefirieron mantenerse fuera de los focos e intentar poner orden desde dentro. Así, en los últimos quince días ambos se han convertido en los pacificadores de un club en llamas por los movimientos de Deseado Flores, que cuenta con todo el apoyo de Miguel Martínez. Pero la cordura y la sensatez han servido de poco, ya que el Real Murcia sigue secuestrado y el consejo en manos de Flores y Martínez, que, con la ayuda de Raúl Moro, consiguen ignorar cualquier opinión del resto, haciendo valer solo las suyas.

El golpe de estado continúa en el Real Murcia, pero esta mañana tanto Gabriel Torregrosa como Juan Merino han dicho basta. Con un comunicado firmado por ambos denuncian una situación que consideran que está poniendo en riesgo la supervivencia del Real Murcia. «Los consejeros del Real Murcia Club de Futbol, D. Juan Merino Sánchez y D. José Gabriel Sánchez Torregrosa, quieren dejar constancia públicamente mediante este comunicado que en estos momentos el Consejo de Administración del Real Murcia S.A.D. está tomando decisiones que ni apoyamos, ni compartimos, motivadas más en intereses personales que en el del propio Club, al que se le está generando un daño difícilmente reparable», se puede leer en una nota que solo hace dar validez a un hecho que era un secreto a voces. Minutos después de conocerse de forma oficial esta postura, Miguel Martínez, quien actúa como presidente, citó a los medios de comunicación para hoy a las 12.00 horas realizar una rueda de prensa en el estadio Nueva Condomina. Sin embargo, esta misma mañana ha suspendido la misma para no dar explicaciones. Su postura para inclinarse hacia un lado u otro puede ser importante en el futuro del club, aunque, de momento, ha dejado claro hacia donde dirige sus movimientos.

En la misma nota, Torregrosa y Merino dejan claro que ellos no quieren seguir protegiendo a los 'golpistas' de un consejo de administración que desde hace quince días está tomado por la fuerza y que no deja el acceso a Nueva Condomina a Mauricio García de la Vega, gestor del club que al perder el apoyo de un Deseado Flores que iba a ser despedido de su despacho. Además, esta situación se agrava teniendo en cuenta que el representante mexicano ejecutó la opción de compra del club. De hecho, tanto él como sus abogados sostienen que es el dueño del paquete accionarial mayoritario.

«De esta situación, anómala y excepcional, queremos separarnos absolutamente, así como de cualquier decisión tomada o medida aplicada por el Consejo de Administración del Club que pueda perjudicar tanto de manera personal como patrimonial al máximo accionista del Real Murcia, D. Mauricio García De la Vega y al propio Real Murcia», indican Torregrosa y Merino, que concluyen la nota señalando que «es nuestra intención que a esta situación se le ponga fin inmediatamente, para lo cual se ha realizado una ardua labor de mediación, que entendemos agotada, motivo por el cual se realiza el presente comunicado».

Gabriel Torregrosa y Juan Merino fueron reclutados por Raúl Moro para el consejo de administración del Real Murcia en diciembre, de hecho el segundo es amigo personal del ya expresidente. No es la primera vez que Raúl Moro ve como el consejo le da completamente la espalda. Es un problema que se alarga desde su llegada. Gustavo Pomar fue el primero en abandonar los despachos en Nueva Condomina mientras que Enrique López y Stefan Settels, que se agarraron a la silla pese a ser del equipo de Martínez Abarca, dijeron basta en noviembre. Por esas fechas también dimitió José Carrilero, y eso que era un hombre de confianza de Deseado Flores.