Explicaba Paco Belmonte hace unos días, en una entrevista concedida a LA OPINIÓN, que la afición del FC Cartagena es tan exigente como la que más y a veces algo impaciente, aunque, por otro lado, los seguidores del equipo cartagenero han «asimilado» el proyecto actual como suyo y «con argumentos futbolísticos seguirán madurando al ritmo del proyecto». Comentaba, a continuación, el mandatario albinegro que después de una campaña como la pasada, en la que el equipo se quedaba, a las puertas del ascenso al caer en segunda ronda del play off eran muchos los que decían que iba a ser imposible convencer a tanta gente para que volviera a comprar su abono.

Sin embargo, por segundo año consecutivo, el aficionado albinegro ha apostado por el proyecto de Belmonte y Breis y es más fiel que nunca a un equipo que hace ya seis temporadas que no huele la Segunda División.

Este año el equipo mantiene una media de aficionados en el campo de 6.400, una cifra algo superior a la que puede tener el Real Murcia (entre 5.500 y 6.000) y muy por encima del 80% de los equipos de la categoría.

En los trece encuentros que se han disputado en el Cartagonova en lo que va de temporada, el aficionado ha respondido siempre, pero sobre todo en los dos encuentros ante rivales de la Región, como en el derbi ante el Real Murcia -con 9.250 aficionados en el campo- y frente al UCAM Murcia -7.400 espectadores-. Hay también que destacar el último compromiso del equipo en casa ante el Marbella, donde los albinegros se la jugaban ante el equipo malagueño, por entonces segundo clasificado. Alrededor de 8.100 fueron los seguidores que estuvieron en el recinto deportivo empujando a su equipo en un momento crucial de la temporada.

Por contra, Las Palmas Atlético y Linense han sido los encuentros más flojos del campeonato, con 5.200 espectadores, lo que viene a decir que en ninguno de los partidos de la presente campaña se ha bajado de los cinco mil aficionados en el Cartagonova. Esto, tal y como se observa, es un dato muy significativo en una categoría donde hay campos y clubes con terrenos de juego minúsculos o, simplemente sin gradas, como es el caso de algún filial.

La esperanza de un seguidor fiel en las gradas del Cartagonova es, en parte, el alimento con el que se sustenta un equipo que con uno de los presupuestos más elevados del Grupo IV trata de dar el salto a la Segunda División. Y es que garantizarse a través de la venta de abonados al menos el 40% del presupuesto de una temporada es tener cubierta en gran medida la viabilidad del club.

En casa el FC Cartagena aún tiene que disputar seis encuentros y la mayor parte de ellos ante oponentes que levantarán el interés del seguidor, como el del próximo domingo ante el Granada B, que es sexto, o los compromisos regionales frente al Jumilla y Lorca. Pero, sobre todo, el encuentro que quizá más expectación va a tener es el del próximo 1 de abril, en el que el FC Cartagena tratará de dejar fuera de la lucha por la primera posición al Extremadura, que ahora es tercero.