Puede parecer desmesurado ser crítico con una plantilla que, hace pocas jornadas, registraba el primer triunfo de la historia del club en el Palau Blaugrana. Pero de las rentas y del crédito pasado no se vive. Aquella victoria, que tan lejana parece, ha sido un bálsamo, o quizá un leve atisbo, a la hora de pensar en lo que puede llegar a ser este UCAM CB Murcia. Pero ese triunfo, el único en las últimas siete comparecencias del equipo que entrena Ibon Navarro, es insuficiente para un proyecto elaborado de la forma más ambiciosa.

No cabe duda de que este UCAM parece empeñado en hacer historia. Tanto, que es capaz de pasar de gestas memorables a derrotas que te dejan con cara de circunstancia, y que también quedarán en los anales de la Liga ACB. De ganar en el Palau de forma novedosa y extraordinaria, a tener el honor de ser el primer equipo que derrota un debutante en la competición: San Pablo Burgos.

Todo sea dicho, no es ninguna cenicienta este debutante, aunque solo conociera la derrota hasta que el UCAM se cruzó en su camino. Catapultado por una gran concentración en duelos individuales; aguerrido e intimidador en el rebote; y acertado de forma certera en la pintura, San Pablo Burgos sacó del partido completamente a un UCAM que se sintió dominador en diversas fases del encuentro, pero que volvió a conducir el partido a la ruleta rusa del final apretado tras una nefasta toma de decisiones en los momentos de la verdad. Aún no ha conseguido el equipo de Ibon Navarro una ventaja lo suficientemente holgada que le permita tomarse un respiro en los instantes finales: en un nuevo capítulo de desenlace trepidante, el UCAM se dio de bruces contra el bordillo.

Dos aspectos resultaron clave desde el inicio de partido: el buen acierto desde la línea de 6.75 metros del conjunto universitario, y los problemas de faltas del mejor pivot defensivo de la plantilla, Kevin Tumba. El UCAM cerró el primer cuarto mandando sin presión ni apuros (18-23). Eso sí, los ataques estáticos dependieron demasiado de Clevin Hannah, que con seis puntos y dos asistencias para triples de Soko, catapultó a los de Ibon Navarro en los compases iniciales. Eso sí, la fragilidad defensiva que conllevó la marcha al banquillo de Tumba se tradujo en una autopista en la zona que el Burgos aprovechó, encontrando a Huskic como líder anotador.

Los primeros seis minutos de Huskic en pista expusieron los problemas defensivos que acució el UCAM en la pintura: diez puntos y cuatro rebotes ofensivos. Hasta quince capturas en ataque, transformadas en 19 puntos, conseguiría sumar el conjunto local en todo el partido.

Sin embargo, los universitarios aprovecharon los momentos de dudas en ataque del Burgos en el ecuador del segundo cuarto. Fue entonces como a base de triples y tras conectar un parcial de 0-10, el UCAM cosechó su máxima renta en el partido (29-39). Pero, cuando más dócil parecía el conjunto burgalés, los de Ibon Navarro comenzaron a seleccionar malos tiros y a cargarse de faltas. Entró en bonus, factor que sumado al descalabro zonal derivó en la remontada local al descanso: 44-43, tras un parcial de 15-4 . Los 26 puntos cosechados en la bombilla por Burgos, nueve de ellos en segunda oportunidad, coincidieron con la pobre aportación del center del UCAM, Marcos Delía, en defensa: -10 con él en pista. Pero de los altibajos mostrados por el argentino nunca se pueden sacar demasiadas conclusiones.

A la vuelta del hemisferio, Delía comandó la anotación universitaria a base de mates y bandejas -eso sí, alternado con algún tapón recibido-. Dio la cara en defensa, al igual que los exteriores, que comandó un Brad Oleson que apareció al fin para cortocircuitar la conexión entre perímetro y pintura. Llegaron momentos de brillo y luz para un UCAM que, en su segunda intentonta, parecía dispuesto a cerrar el marcador de forma temprana (49-58). Las ayudas en el perímetro en el dos contra uno, o la concentración mostrada al cortar líneas de pase, daban muestra de quién era -en teoría- el pez grande en el océano ACB. Pero tras defender correctamente y anotar fácil, el UCAM se dejó llevar una vez más. San Pablo Burgos volvió a encontrar en Huskic a su principal estilete ofensivo: acabó con 18 puntos y un 70% en tiros de campo. También se sumó a la fiesta Gailius, que resurgió de la nada con once tantos, y apareció un invitado inesperado.

El alero suplente Edu Martínez surgió de la nada para firmar los puntos clave de la remontada burgalesa. Entre alternativas y diversos triples de ambos bandos, el empate a 78 se precipitó a falta de dos minutos para la conclusión. El tercer triple de Martínez en el choque otorgó la mínima ventaja a Burgos (81-80), una renta que se amplió y que los locales defendieron con uñas y dientes. Hannah, que se echó el equipo a la espalda, perdió la pelota tras un mal e incomprensible saque lateral. Huskic creyó, Thompson apuntilló, y el propio Hannah maquilló desde el triple (89-86). Una derrota que no es una oportunidad perdida, es un patinazo de los que escuecen.

LO MEJOR

Acierto en el tiro

El UCAM, pese a la falta de ideas en muchas posesiones ofensivas, recuperó sensaciones en el lanzamiento después de la falta de puntería mostrada ante Obradoiro.

LO PEOR

Rentas mandadas al traste

Los de Ibon Navarro gozaron de las máximas rentas en el partido, que llegaron a ser de nueve y diez puntos en distintos cuartos.

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De nuevo Champions en casa

El martes 14, a las 20.30 horas, los universitarios reciben en el Palacio al Mónaco, líder del Grupo A de Champions (Popular TV).