ElPozo se llevó el triunfo en la vuelta de Duda a los banquillos tras imponerse al Peñíscola por 4-3 en un choque sin brillo y falto de ideas por parte de los locales y donde se logró la victoria gracias a las intervenciones finales de Fede, que sustituía a Fabio. El choque, muy igualado, mostró a un cuadro local perdido en varias fases del duelo frente a un Peñíscola compacto y serio, y solo la reacción de los de la capital del Segura y el buen hacer del meta de ElPozo aseguraron un triunfo que, en algunos momentos, pareció lejano. No siempre los choques serán un camino de rosas, y saber sufrir para conseguir los tres puntos y amarrar una victoria en un día malo son las mejores lecturas que deja el encuentro vivido en el Palacio.

La primera parte mostró dos caras de los de la elástica del jamón. En el inicio hubo apatía, errores en el pase y en la elaboración de las jugadas y una preocupante de efectividad en ataque. La batalla tenía lugar en el centro del campo y orbitaba sobre los intentos de controlar el esférico y ElPozo la empezó perdiendo. El Peñíscola, muy intenso, había saltado enchufado al partido y avisaba llegando a la meta de Fede y presionando muy arriba, haciendo imposible las tareas de creación. Los de Duda no podían acercarse a la meta de Iker y, ni con tiros lejanos, hacían trabajar al meta visitante.

Sin embargo y tras unos primeros compases desacertados, ElPozo se pudo recomponer y lograr adelantarse. Matteus recibió un balón de espaldas en el área y dejó mansamente el esférico para que Elías, en carrera, disparase y pusiese por delante a los suyos. Pero no iba a durar mucho la alegría pues dos minutos después, Juan Carlos llevaba la igualdad con un disparo desde fuera del área que se alojó en el fondo de las mallas tras superar un mar de piernas.

Llegados al ecuador del primer tiempo, quedaba claro que aquel que mejor sufriese lograría sumar la victoria. ElPozo bajó en intensidad, se desconectó y los de Cani volvieron a dominar el encuentro , logrando ponerse por delante tras una contra en la que Míchel batió las redes locales. Con los de Duda algo atascados, el Peñíscola supo hacerse valer y aprovechar la desconexión de la entidad de la capital del Segura. Pero aun jugando mal, ElPozo siempre tiene ese punto de fe y, a un minuto de que los jugadores enfilasen el túnel de vestuarios, logró el empate por medio de Fernando. Volvía a quedar abierto el partido.

Las cosas cambiaron en el segundo acto y, esta vez, fue la escuadra murciana la que saltó al parqué con más intensidad y mordiente, mucho más vertical. Aunque no terminaban de encontrarse a sí mismos, los pupilos de Duda, por calidad y fe, dieron un paso al frente. Y en base a ello llegaron los goles. Primero Raúl Campos, desde fuera del área, batió al portero visitante para poner a ElPozo al mando. Después, Pito robó un balón en su campo y condujo un contragolpe en el que cedió a la banda para que Elías marcase nuevamente. El canterano ha sacado a relucir su personalidad tras el fallo del fatídico penalti en la Copa de España.

Con dos goles de ventaja y diez minutos por jugarse, tocaba gestionar esa relativa cómoda ventaja. El viento soplaba a favor, pero el conjunto murciano seguía sin encontrarse. Cani apostó por el portero-jugador y dio resultado, pues el Peñíscola redujo distancias pro medio de Juan Emilio. Entonces Fede, casi inédito en el segundo tiempo, llegó para vestirse de héroe y salvar a los suyos en una mala mañana. Con el rival volcado sobre el área de ElPozo y el peligro del gol palpándose, el meta se hizo gigante y detuvo todo lo que llegó a su guarida en unos minutos finales de infarto para amarrar la victoria que, aunque se lograse por más efectividad que méritos, supone seguir en la senda del triunfo.