El UCAM Murcia fue incapaz de conseguir la victoria ante el Mérida, quizá más por demérito de los universitarios que por el buen hacer del equipo extremeño. El empate sin goles en el Estadio Romano (un auténtico patatal) deja un sabor ciertamente agridulce, tanto por el resultado como por las sensaciones mostradas en el juego del equipo.

El Universidad Católica no supo aprovechar el pinchazo de sus dos rivales más directos, Cádiz y Sevilla Atlético, aunque logra ascender a la segunda posición de la tabla clasificatoria, aunque con una importante distancia de siete puntos ron respecto al líder, el Real Murcia.

El equipo entrenado por José María Salmerón, al que se le está atragantando este mes de enero (ha sumado 5 de los 12 puntos posibles), dominó la posesión en la primera mitad, pero de forma ínfima y sin profundidad alguna. César Remón y Checa no supieron hacer prevalecer su idea futbolística y naufragaron ante la gran presión de la línea de medios del Mérida, liderada por Javi Chino.

Las oportunidades más claras del partido, además, fueron para los locales en este primer tiempo, provocando que Biel Ribas, guardameta del UCAM, fuera el mejor del partido. Primeramente, Pedro Conde se plantaba ante el propio Ribas, pero éste fue capaz de birlar el esférico de los pies del delantero pacense. En los minutos siguientes, el lateral zurdo Jonhy generó dos grandes ocasiones de gol, ambas evitadas de nuevo por Biel Ribas: la primera de ellas, tras una gran jugada personal, en la que Ribas despejó el peligro cuando el futbolista del Mérida intentaba sortearle; y la segunda, tras un potente disparo desde la frontal que Biel Ribas atajó con una excepcional estirada.

El UCAM se marchaba al descanso con el susto en el cuerpo, pero tras el ecuaador del encuentro, la tónica fue la misma. Además, el Mérida se estiró y obligó al UCAM a replegarse y a ceder el balón. Sin embargo, a pesar de renunciar a su seña de identidad, los universitarios tuvieron un par de ocasiones para romper el empate.

Una falta de Góngora, que buscó la escuadra, se marchaba fuera muy cerca de su objetivo. También la tuvo Pablo Pallarés con un buen remate de cabeza que tampoco encontró puerta. El UCAM no pudo ni supo rematar a portería durante los noventa minutos de juego, mientras que el Mérida, al menos, fue capaz de hacer daño como mínimo al contragolpe.

En los instantes finales, el UCAM se quedaba con diez tras la expulsión de Checa por doble cartulina amarilla, tras cortar un nuevo contragolpe emeritense. El centrocampista de Dos Hermanas se perderá la próxima jornada, en casa, en el duelo regional ante el Jumilla, un partido que los de Salmerón deberán ganar para no perder la estela del líder e intentar distanciar a sus más inmediatos perseguidores en una clasificación más apretada que nunca este curso.