La Copa del Rey tampoco sirvió de alivio. La afición del Real Murcia sigue sin poder celebrar un triunfo en esta campaña. El Cádiz superó a los granas y el torneo copero se escapó a las primeras de cambio por quinto año consecutivo. De nuevo un error defensivo marcó el encuentro. La fragilidad de los centrales sigue condenando a un equipo que ayer vio como los cadistas apenas necesitaban nada para llevarse el pase a la siguiente ronda. Y eso que las sensaciones murcianistas fueron diferentes y el equipo de Aira, con más presencia ofensiva, quiso hasta el final. No renunció al centro del campo ni a las bandas, y estuvo cerca del gol. Sergio García dejó cosas positivas, también Guilló, más presente que Armando, aunque sigue faltando un guía, porque Chavero, que regresaba tras superar sus molestias, continúa sin sentirse cómodo con su nueva camiseta.

Como siempre suele ocurrir en el torneo del KO, la alineación mostró aires nuevos. También variaron las sensaciones. El Real Murcia aparecía con más presencia en el centro del campo, donde Chavero y Fran Moreno eran secundados en los extremos por Sergio García y Germán. Y eso ayudó a que el delantero, en este caso Azkorra, no se sintiese tan solo.

Con el arma recargada por parte de ambos equipos, el comienzo del choque no dejó nada a la improvisación. La igualdad era máxima. También las ganas de agradar. Lo que quedó demostrado en la presión constante de los granas cada vez que el Cádiz sacaba el balón. A diferencia del domingo, Fran Moreno y Germán, junto a las incorporaciones de José Ruiz, hacían musculo y tocaban por la derecha, mientras que Lolo Plá era el más peligroso en el bando amarillo, aunque las ocasiones no llegaban en ningún área.

El primero en atreverse fue Sergio García, quien fue madurando a lo largo de los minutos, sintiéndose importante por la izquierda. Tras un buen regate dentro del área que le dejó en una buena posición, el disparo del extremo grana no cogió el efecto y el balón se marchó desviado. Álvaro García también lo intentaba para los visitantes, aunque sin peligro.

Bien posicionados ambos equipos era difícil encontrar hueco. Algunos malos despejes de Sobregrau o las imprecisiones de Chavero, que sigue sin sentirse cómodo, impedían que los murcianistas encontraran continuidad. Sin embargo, en ningún momento se mostraron inferiores al Cádiz.

Pero como ha sucedido en choques anteriores, una acción marcó la primera parte para mal. Lolo Plá, posiblemente aprovechándose de un fuera de juego que el colegiado no señaló, se impuso a Sobregrau y Ruso para asistir a su compañero Hugo, quien no falló en la definición ante Fernando. De nuevo, la fragilidad defensiva condenaba a un Real Murcia al que, a partir de ese instante, comenzaron a temblarle un poco las piernas. Poco después el meta grana volvería a encontrarse con Lolo Plá, aunque el remate del cadista llegó manso a las manos.

Los fantasmas duraron poco y los de Aira se animaron a dar un paso más adelante. Pol Ballesté detenía un disparo de Azkorra a pase de Sergio García, Chavero probaba desde fuera del área y el nuevo delantero murcianista lo volvía a intentar en el 45. Pero el marcador no se movió.

Al inicio de la segunda parte volvieron los nervios. Fue Sergio García el que tuvo la primera, aunque su remate se fue muy flojito a las manos de Pol Balleste, sin embargo el Cádiz tuvo tres muy claras a continuación. Una en un córner que Fernando no supo blocar, demostrando una vez más su inseguridad. Chavero tuvo que sacar bajo palos para evitar un disgusto mayor. La siguiente sería para Hugo, que vería como su balón se marchaba a la izquierda. Incluso hubo una tercera de Álvaro García, que aprovechaba un pase de Wilsons, aunque en este caso el meta grana paró sin problemas.

Como si de una veleta se tratase, el partido volvió a cambiar de área. Las siguientes ocasiones tendrían color grana. Una chilena de Carlos Álvarez que salió muy centrada, una gran jugada, posiblemente la mejor del partido, iniciada por Isi, que acababa de saltar al césped, continuada de cabeza por Azkorra y rematada por Sergio García para que Pol sacase sin dificultad. El siguiente intento murcianista sería de Sergi Guilló que probaba sin suerte territorio desconocido.

El partido estaba roto y el Cádiz aprovechaba un contragolpe para que Álvaro García pisase con fuerza el área, pero no tuvo paciencia ni eligió la mejor opción, disparando muy desviado.

Los últimos veinte minutos fueron del Real Murcia. Aunque la diferencia entre granas y cadistas es que en el bando amarillo la defensa no dio concesiones. El murciano Juanjo estuvo a muy buen nivel frenando cualquier intento de Sergio García y Hostench, mientras que Aridane se mostró como un coloso en el centro del área. Carlos Álvarez la tuvo de cabeza e incluso pidió penalti, mientras que Azkorra en la prolongación hizo que en la grada se cantase gol, pero su tanto fue anulado al tocar el balón con la mano.

La primera victoria del curso tendrá que esperar.